Cómo logré cogerme a mi prima (capítulo 2)
Fecha: 27/10/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: vanir, Fuente: CuentoRelatos
... yo.
Ella: no te preocupes por eso, una mujer, ama de casa, tiene sus truquitos para cuando se presentan este tipo de cosas.
A lo que yo solo respondí con un “ok”.
Entonces ella comenzó a limpiar la barra de la cocina y a barrer. Por mi parte, yo estaba medio limpiando los sillones. Ya sabes, por si se manchó en la noche de los líquidos que salieron de la rica y deliciosa vagina de mi prima.
Unos minutos después, mi tía subió a mi cuarto para cambiar las sabanas de mi cama. Yo la seguí para darle un par de fundas y sabanas limpias. Fue entonces que ella se subió a la cama para zafar la esquina de la sabana. Y ahí, mientras ella estaba arrodillada, intentando zafar la sabana, pude verle su culo, que como te dije hace momentos, no es muy grande, pero está rico.
Incluso pude ver como se la marcaba su calzón. Era un calzón de señora, pero he de confesar que me excitó un poco. Tal fue mi excitación, que me acerqué un poco más a ella para preguntarle si le ayudaba.
Ella respondió que sí, sin mirarme.
Entonces yo me acerqué por detrás de ella, y con toda la intención del mundo, puse mis manos un poco más arriba de sus caderas. Y luego dije: “perdón, tía. Es que si me agachó de sopetón, me lastima el catéter”.
No te preocupes, hijo. Si quieres, mientras yo intento levantar la esquina de la cama, tú zafas la sabana, ¿de acuerdo? – dijo ella.
Acto seguido, ella levantó la esquina de la cama, entonces yo jalé la sabana y sin querer, me fui hacia atrás. Fue ...
... entonces que mi tía, en un acto de reflejo felino, soltó la esquina de la cama y me agarró. Sin embargo, ambos caíamos acostados en la cama.
Ella cayó encima de mí. Su cara estaba a unos centímetros de la mía. Y su cuerpo, sobre todo su vagina, estaba a la misma altura que mi pene. Entonces, por mi parte, solté la sabana y rápidamente tomé su cintura con mis manos, como si la quisiera quitar de encima.
Ella notó mis manos en su cuerpo. Y en lugar de quitarse, solo me miró a los ojos y dijo: “lo siento, hijo… ¿te lastimé?”.
No, al contrario, dije yo.
¿Cómo qué al contrario? - preguntó ella con confusión.
Si… digo… Es que hace mucho tiempo que una mujer madura, sobre todo una que huele muy rico, como usted, se ponía sobre mí.
En este punto, he de aclarar que yo estaba mintiendo. Ya que ayer, precisamente, su hija (mi prima, Anna) estaba encima de mí, frotando su vagina contra mi verga. Pero bueno, ella no lo sabía.
Entonces cuando mi tía escuchó lo del olor, pude notar en su rostro que le gustó el cumplido. A lo que ella dijo: “¿no será que lo que estás oliendo son mis labios?” Ya que siempre me pongo un poco de labial con olor a cítricos.
Tal vez, dije yo… Pero no lo podría confirmar, ¿a menos que…?
En eso, ella acercó sus labios a mi nariz. Y puede notar un par de cosas: primero, sus tetas se pegaron a mi pecho. Y las pude sentir mucho. Luego, pude notar que el olor de sus labios era cierto, y que además su boca estaba a menos de dos centímetros de la ...