1. Esquivo amor


    Fecha: 28/10/2024, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos

    ... "¿El qué?"; "Pues él, qué va a ser".
    
    Su número de móvil no me lo daba, a pesar de mi insistencia. Muchas noches, ya acostado, a punto de coger el sueño, me hacía pajas pensando en ella: me imaginaba que entraba en mi casa, que se acomodaba junto a mí en el sofá y nos besábamos; que después de besarnos, ella, excitada, me desabrochaba el pantalón y me chupaba la polla hasta que esta crecía lo bastante para que ella se la metiera en el coño a horcajadas sobre mí, mágicamente desnuda; que la besaba las tetas pequeñas, me las metía en la boca y las degustaba a placer mientras ella gemía de gusto; y que, finalmente me derramaba en su coño, derrame real que caía sobre el dorso de mi mano y entre mis dedos.
    
    Desesperaba. O, más bien, esperaba que hubiese un momento, un solo momento, largo o corto me daba igual, para estar íntimamente reunido con Toni. Y ese momento llegó.
    
    "Hola, Norberto", me dijo un día, "acompáñame a mi casa, tenemos que hablar". Por supuesto que sí, la acompañé. Su casa estaba en un bloque de viviendas bastante lujoso. "Guau, aquí vives", me sorprendí; "Sí, es una buena casa, ¿verdad?"; "Desde luego, Toni, debes tener un buen trabajo"; "Soy comisionista, ¿y tú?"; "Creativo", dije, y se rio. Entramos en su piso, muy amplio aunque decorado con sencillez. Por primera vez, pude ver su rostro completo, tras quitarse la mascarilla: la boca la tenía pequeña; los labios gruesos, como un redondel carnoso, como una flor a medio abrir; los dientes, pequeños, y se le ...
    ... formaban dos bonitos hoyuelos junto a la comisura de los labios cuando sonreía; y su cabello, ya sin el pañuelo: una media melena ondulada color avellana. Yo me dije: "Esos morros son el forro perfecto para mi polla", e imaginé la escena. "¿En qué piensas?", interrumpió Toni mi pervertido hilo mental; "Oh, no, en nada", disimulé. Trajo, entonces, dos latas de Coca-Cola. Nos sentamos frente a una mesa camilla, en un saloncito austero. "Oye, Norberto, me voy a casar pronto, ¿sabes?, y... he pensado que tú y yo, en fin, antes de que yo..., he pensado que podríamos tener algo, no sé, sexo, follar y todo eso..., yo, en fin, soy virgen, y quiero llegar virgen al matrimonio, sin embargo..."; "Sin embargo, ¿qué?, ¿qué me harás una mamada, insinúas?", interrumpí algo fastidiado; "Eso, de seguro, que te lo haré, pero, aparte, quiero que me des por el culo", terminó. Me quedé petrificado.
    
    Fuimos a su dormitorio. Toni se desnudó de espaldas a mi, iluminada por la claridad que se filtraba a través de las persianas. "No quiero que me veas las tetas, me las verá y saboreará el hombre que se va a casar conmigo", explicó Toni con timidez mientras se iba acercando a la cama con los brazos cruzados sobre su torso. Las piernas las tenía finas y bellamente moldeadas; conforme se iba acercando más a mí, que la esperaba junto a la cama, observé que el color de su piel tenía un tono bronceado, muy exótico. Yo también me desnudé. Ella se arrodilló frente a mí, acercó la cabeza a mi pubis y me fue ...