Familia muy unida... demasiado (capítulo 2)
Fecha: 28/10/2024,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: WadeHolden, Fuente: CuentoRelatos
... necesito que me acompañes el fin de semana al apartamento de la playa, hay cosas que atender y papá no puede venir. Salimos esta noche y volveremos pronto, el sábado en la noche o domingo en la mañana, ya sabes, dentro de mis 48 horas -me dijo con toda tranquilidad.
-¿Qué significa eso de mis 48 horas, mamá? -preguntó Soli, que era muy pilas y las agarraba todas en el aire.
-Ah, eso… es un plazo que yo me impongo para culminar lo que tengo que hacer, mi cielo. Nada importante, tonterías mías para ponerme presión -le respondió enseguida, con viveza reflejada en su hermoso rostro.
-Yo salgo de clases esta noche a las 08:00 pm, vengo llegando acá a las 08:30, me doy una ducha, me cambio y nos vamos -le dije en ese momento.
-Yo me encargo de recogerte un maletín con ropa, bermudas y esas cosas -me dijo mamá y yo asentí con la cabeza, en señal de aceptación.
A los pocos minutos todos salimos a nuestros quehaceres, salvo mamá, ama de casa.
En la noche, a eso de las 08:30 como había dicho, llegué a casa, me di una ducha y me vestí, listo para partir con mamá. Ella me tenía listo, ya, un bolso con ropa interior, bermudas y franelas, desodorante, peine, cepillos dental y de pelo, etc., lo mínimo necesario para un fin de semana, nada extraordinario. Me llamó la atención lo hermosa que se veía, con un lindo vestido, sugerente. No entendía por qué se vestía así solo para bajar al apartamento de la playa. La piropeé y pregunté la razón de estar tan bella y solo me lanzó ...
... un besito con la palma de la mano. Nos subimos al Mustang de mamá y partimos.
Llegando a Macuto, me propuso que siguiera para Caraballeda, para ir a cenar a un restaurante nuevo que hay por la zona. Lo encontramos, entramos y nos sentaron a una mesa algo apartada en la terraza, lugar agradable, como para enamorados. Mamá iba vestida como para una cita romántica, su cabellera suelta y frondosa, sus labios con un carmín encendido, unos pendientes que le lucían una barbaridad, un vestido vaporoso que permitía sugerir y de qué manera, sus encantos que eran muchos y de soberbia calidad. No llevaba sostén, lo que se notaba por el bamboleo de sus maravillosas carnes superiores. ¡Escoger una apartada mesa con lamparitas de pocas luces en un restaurante con aires románticos… vaya, vaya! ¿Qué estará pasando?
-Mami, estás bellísima esta noche, me siento halagado, porque me parece que te arreglaste para mí ¿o me equivoco? -le dije en cuanto nos sentamos a la mesa.
-Gracias, mi amor, si, ciertamente me arreglé para ti, porque siempre me estás piropeando y esta noche eres mi acompañante. ¿De verdad te gusta cómo me veo? -me respondió, con una cierta picardía y un mohín gracioso.
-Por supuesto, bellísima, tanto que si quieres, de aquí nos podemos ir a bailar a una discoteca, tú y yo como noviecitos, ya que dices ser mi acompañante, jejeje.
-Nada de discotecas, no pensarás llevar a una vieja como yo a una. Para esos sitios debes llevar a alguna de tus múltiples amiguitas, las ...