Infiel por mi culpa. Puta por obligación (22)
Fecha: 29/10/2024,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... con el familiar de su novia.
—Ajá, ya veo. Y a ella no le causó curiosidad saber, ¿Qué carajos estabas haciendo tu allí, a esas horas y en un día laboral?
—Por supuesto. Y también le mentí. Recuerdo haberle dicho que iba a visitar a una pareja interesada en adquirir una de las casas, pero que finalmente me habían cancelado la cita y sin nada más por hacer el resto de la mañana, estando tan cerca, para alejar el stress por las nulas ventas y la reunión incumplida, había decidido pasar por el club para olvidarme un poco de los inconvenientes, tomándome un café o algo.
—No sabía que se te daba bien hacer eso. —Le hago el comentario y me siento a su lado pero no tan cerca.
— ¿A qué te refieres? —Le pregunto sorprendida por su observación.
—A mentir, por supuesto. —Le respondo, y Mariana se lleva la palma de su mano a la frente, dejando de mirarme.
—Yo tampoco. El caso es que mientras hablaba con Fadia, –ella indagando por cómo iban las cosas en la constructora y yo respondiendo con cara de preocupación– la ponía al tanto de mi falta de negocios, aunque probablemente ella ya estaba enterada por boca de su marido, y la pantalla del móvil empresarial se iluminó. Yo no me interesé en él, pero Fadia sí.
—Ella lo tomó y como no tenía registrado ningún patrón de bloqueo, sonriendo lo revisó y luego me lo enseñó, mostrándome que se trataba de una nueva solicitud que llegaba al falso perfil que entre las dos creamos para Instagram. Con mayor curiosidad que interés, me ...
... fije que era José Ignacio quien me la enviaba.
—Y en un segundo, lo retiró de mi campo de visión pero pude darme cuenta de que su dedo pulgar maniobraba sobre todas las demás solicitudes. Clientes hace meses o días atrás atendidos por mí, tanto en la sala de ventas al sur de la ciudad, como en las casas de la agrupación campestre en Peñalisa, me pedían que los agregara. Hombres la mayoría, muy pocas mujeres. Por supuesto tenía una de Diana y de Elizabeth, otra de Carlos y la última enviada por él, y a todas las aprobó, sin mi consentimiento.
—Fadia al ver mi rostro sorprendido me dio una larga explicación del buen uso que yo podría hacer de las redes sociales, y de lo importante que hoy en día eran, no solo para mostrarles a los demás como pasaba los días de mi vida, –en fotografías anticuadas en muy pocas al lado de un marido falso, y otras más junto a nuestro pequeño Mateo en mis brazos y siempre de espaldas– sino que podría enseñar a qué me dedicaba comercialmente y sacarle así provecho a ello.
— ¡Pero tenemos que actualizar todas estas fotos viejas! Ven. Anda y mueve ese trasero que ya no debes tener ni la raya de estar ahí sentada. —Me dijo levantándose presurosa de la mesa y la seguí, dirigiéndonos a la piscina olímpica.
—Voy a realizar contigo una sesión fotográfica para que destaques más, y hagamos tu perfil mucho más sensual e interesante. ¡Mujer, debes usar esa belleza espectacular con la que la naturaleza te premió y así llamarás la atención!
—Ya te ...