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Hay que saber elegir con quién complicarse la vida
Fecha: 29/10/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos
... ese paso que tanto morbo le producía. Al final se decidió a hacerlo sin medir las consecuencias. Tirada en la cama, tan solo vestida con el tanga de encajes negro, manipulaba el móvil en busca del número de Pablo. De nuevo le asaltaron las dudas. A su cabeza vinieron los momentos vividos con este chico. Hacía unos meses que había decidido abrirse un perfil en una aplicación de citas. Los primeros mensajes que recibió fueron viejos verdes y tipos sin cultura que le dejaban comentarios soeces. Cuando estaba a punto de desistir y cerrar el perfil recibió una invitación que le llamó la atención. Era un chico joven que alababa su cuerpo. Ella lo justificó gracias a su pasado como jugadora de vóley profesional. El tipo también tenía un cuerpo de escándalo. En su caso era portero de fútbol de un equipo semiprofesional. Gemma se sintió atraída por este yogurín, la conversación era cómoda y fluida por lo que no tardaron en subir la temperatura. El ego de la mujer crecía sabiendo que podía excitar a un chico tan joven, casi doblaba su edad. Aunque esto era algo que le producía un poco de vértigo. En cualquier caso siguieron en contacto. De la aplicación pasaron a intercambiar los teléfonos y comenzaron a comunicarse por whatsapp. Durante dos semanas estuvieron intercambiando mensajes de contenido sexual. En el caso de Pablo alguna fotopolla con la que conseguía que la madura alcanzase altos niveles de excitación. Quedaron en un par de ocasiones para conocerse en persona, ...
... pero en lugares públicos. Gemma no quería correr riesgos y prefería tener una impresión personal antes de dar el paso de irse con el tipo a follar. La madura quedó realmente impresionada con su joven admirador. Con metro noventa y cinco su presencia era imponente. Un cuerpo trabajado en el gimnasio, mirada gris y una belleza canalla capaz de mojar las bragas de cualquier mujer heterosexual. Como buen futbolista, uno de sus brazos estaba totalmente tatuado. Después de dos quedadas el polvo se hacía inevitable. La mujer seguía tumbada en la cama, con el teléfono en la mano sin decidirse a enviar aquel whatsapp. Cuando comenzó a recordar pasajes de la noche anterior. A Sergio le había dicho que había quedado con unas amigas para cenar y tomar algo pero en realidad había quedado con su joven amante. Pablo la había recogido en una parada de autobús cerca del centro de la ciudad para llevarla a un pequeño apartamento en un edificio en una zona residencial. Era un auténtico picadero que el futbolista tenía alquilado. Ahora las imágenes de la noche de sexo se acumulaban en la cabeza de Gemma. Recordó con excitación ese desnudo integral de Pablo. Sus abdominales definidos, sus potentes brazos, su cuerpo duro y tensionado abrazándola, desnudándola. Dejando a la vista aquel cuerpo de genética privilegiada que durante diez años el vóley había cincelado. El futbolista acarició el cuerpo de la madura, recorriendo el contorno de su cuerpo mientras ella se sentaba a horcajadas ...