El dentista
Fecha: 31/10/2024,
Categorías:
Gays
Autor: ThWarlock, Fuente: CuentoRelatos
¡Javi, Javi despierta! Oí que me llamaba mi amigo. ¡Vas a llegar tarde al trabajo!
-¿Qué hora es? pregunté desorientado.
-Son las siete y media.
-¿Y tú no vas a trabajar?
-Yo tengo turno con el dentista aquí cerca y pedí el día, me quedé dormido también.
Andaba como le gustaba; desnudo y parado enfrente a mí con esa pose que me volvía loco. Yo me había vuelto totalmente obsesivo con su desnudez, y todavía después de tantos años es lo que más me da morbo cuando estamos juntos. Salió disparado y regresó con café. Desde que vivíamos juntos me gustaban sus detalles y ese era especial el café por la mañana en la cama todos los días. ¿Ya te despertaste?, me preguntó nuevamente; ¡Que llegas tarde!
-Bueno si voy a llegar tarde, de todas maneras, ¿qué más dan unos minutos más?
Por fin me senté de golpe al borde de la cama. Mejor llamo al jefe y le dejo saber le dije bostezando. Lo tomé por la cintura hacia mí y sentí el aroma que brotaba de su cuerpo recién salido de la ducha. Pegué mi nariz a su ombligo y le dije acariciándolo con la lengua: No tengo deseos de ir a trabajar; el día está para singarte ese culito hasta que me canse y para tomar ron. Pues tienes que ir porque el jefe va a sospechar de nosotros, me dijo zafándose de mí. Eduardo es buena gente, pero no abuses de la confianza porque vas a tener que comprometerte tú también y se fue a su cuarto a vestirse. No tenía muchos deseos de veras, de lidiar con trabajo ni con conducir, la noche anterior ...
... habían avisado tormenta y por el cristal de mi habitación se veía un horrible día gris y lluvioso. Para los que no sepan el tráfico en Miami de por si siempre está malo así que por razones obvias yo sabía que ese día estaría de película. Total que agarré el teléfono y le marqué a mi jefe.
-Me quedé dormido.
-Me encanta tu sinceridad, de veras, es mejor que me digas la verdad.
-Gracias Eduardo, en un minuto me visto y salgo.
-Espera, si quieres te puedes quedar, de todas maneras, yo necesito a alguien que trabaje el sábado pero no puedo pagar muchas horas extra esta quincena. Si te tomas el día libre, recuperas las horas el sábado y no perdemos ninguno de los dos.
¡Trato hecho! le grité con alegría y colgué para espiar a mi rubio vistiéndose en su cuarto que se encontraba de espaldas, sin camisa y buscando, al parecer un cinto en el closet para ajustar aquellos jeans que no le podían quedar mejor; La costura caía delicadamente en el mismo centro de sus dos redondas nalgas, pero sin apretarlas mucho. El elástico blanco de sus calzoncillos se veía apenas, sobresalía levemente por la faja del pantalón y le daba un toque sexual al asunto. Sobre todo cuando se dobló a recoger algo que se cayó al piso y los jeans cedieron dejando al descubierto parte de sus nalgas presas dentro de tan sensual prenda. Me acerqué sin decir palabra alguna y le pegué todo mi cuerpo a su espalda buscando sus tetillas y acariciando su abdomen. Seguí hasta más abajo encontrándome con su vello ...