1. El dentista


    Fecha: 31/10/2024, Categorías: Gays Autor: ThWarlock, Fuente: CuentoRelatos

    ... desierta aquel día, solo esperaba una señora rubia y era obvio que era ser atendida por el viejo. Consulté con Yovany, que solo me miró con expresión de: ¿Que te traes entre manos? y asintió con la cabeza. Me dirigí a la recepcionista que al parecer era multioficios, me recibió con una blanquísima sonrisa; me abrió la puerta y me indicó, me sentara en uno de los sillones. Me dio un vasito con desinfectante de menta y me dijo lo que tenía que hacer.
    
    Minutos más tarde apareció él con una sonrisa también blanquísima y unos labios gruesos deliciosísimos para ser besados, mordidos, chupados. Su bata abierta me dejaba ver su portañuela que no mostraba nada protuberante y entonces se me acercó. Sentí un aroma agradable, mezcla de desinfectante, bata limpia y un suave colonia que logré oler porque se sentó bien cerca para comenzar el papeleo de rutina. Comencé a sudar, temblar y hasta tartamudear, se me apretó la garganta. No era el calificativo Doctor o Dentista el que me ponía así, era el calificativo de macho el que me tenía temblando. Me ofreció algo para secarme el sudor de la frente y llamó a la chica por alcohol. Luego entabló una conversación amistosa, como para relajarme y cayó en el tema de Yovany primero, y luego en mi novia, tema que para dar alguna razón, solo respondí, no tengo. Por fin le pedí un trago en tono de broma y notó mi cambio. Se puso unos guantes y comenzó a examinar mi boca. De seguro en su conversación, notó algo en mí, algo que le inspiró más ...
    ... confianza porque me soltó frases como... Que boca más húmeda… o... abre más, que tienes la boca bien estrecha y reía. Eso me dio el morbo más sabroso que había sentido en buen tiempo y terminó la consulta haciendo cita para la semana próxima a las 6:00 pm.
    
    Miércoles siguiente a las 5.45 pm arribaba yo a la clínica bañado y perfumado como si fuera una cita amorosa, si mi amigo me hubiese visto, de seguro haría preguntas.
    
    -Pasa y siéntate. Lucia una camiseta azul oscuro muy casual y jeans apretados que le marcaban mejor bulto que la vez pasada. Bata abierta que con su blancura resaltaba su piel oscura que mi mente no identificaba si era por el sol de Miami y su afición al mar, o porque era mulato claro. Su pelo casi rapado no lucia muy bueno, más bien encaracolado pero era muy difícil de saber.
    
    -Gracias doctor.
    
    -Llámame Pepe o Moralito. Me dicen Moralito porque a papi le dicen Morales.
    
    Asumí que su nombre era José porque a esos son a los que les dicen Pepe.
    
    Bueno, ya sabes abre la boca grande ¡Como me encanta decir eso! Y soltó una carcajada. Tocaron en la puerta. Pepe este es el último paciente, ya Morales se fue, ¿necesitas que me quede? No prima, vete y pon llave por fuera que yo termino solo. Aquí con el amigo no hay mucho que hacer y me guiñó un ojo al mirarme.
    
    Vamos a comenzar, ahora sí, abre grande. Me hizo los arreglos que habíamos acordado en la consulta pasada y no se demoró mucho en hacerlo. Terminó y me dijo: Todavía tengo tiempo de charlar un poco más, ...