Soy más puta que mi esposa
Fecha: 01/11/2024,
Categorías:
Bisexuales
Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos
... lengua, sentí como se estremeció y lanzó un gemido, abrí la boca y metí todo el pedazo de carne que me cabía en la boca, succioné con gula, el sabor saladito y ligeramente ácido de su verga inundó mi boca, su precum salía en abundancia y sentía como el viscoso líquido traspasaba mi garganta, salivaba en abundancia y mi saliva escurría por el tronco. Lo escuchaba gemir y gemir, seguí mamándosela tratando de metérmela hasta el fondo, sentí náuseas cuando la cabeza de su verga traspasó mi campanilla, pero no me importó, aguanté y seguí mamando, quería darle el máximo placer posible. Escuchaba también los gemidos de Rodrigo por el placer que le daba mi esposa y eso me enardeció todavía más, pensar que mi esposa estaba en mi misma situación, con una verga en su boca y dándole placer a su macho, sentí una especie de competencia para ver quién era la mejor puta y empecé a chupar la verga en mi boca en forma frenética, los gemidos de Víctor se volvieron más intensos, sus manos me tomaron de la cabeza y guiaba mis movimientos haciendo entrar y salir su verga, estaba seguro que pronto se correría en mi boca, cuando me jala del pelo y saca su verga, la refriega por mi cara y me dice;
- Para, para, puta, me vas a hacer correr y ahora lo que quiero es cogerte como Rodrigo se está cogiendo a tu mujer.
Giré mi cara y vi como Rodrigo se estaba cogiendo a mi esposa de frente con las piernas abiertas y una pierna sobre el hombro.
Víctor se levantó y fue por un tubito de lubricante, lo ...
... abrió y se echó un chorro en la verga, la cabeza rojiza brillaba con el viscoso líquido, se acercó y tomándome de los tobillos me jaló hacia él, boca arriba, subió una de mis piernas a su hombro, exactamente la misma posición en la que se encontraba mi esposa, sentí su verga restregando mi rajita, buscando mi pequeño orificio, pronto lo encontró y mi cuerpo se estremeció al sentir el contacto de la punta de su verga y paré más la colita para recibirlo.
De pronto sin previo aviso da un violento golpe de cadera y me la deja ir enterita, de una, hasta el fondo, no pude evitar dar un grito de dolor, si bien mi culo estaba acostumbrado al grosor de su verga, no me había dilatado previamente y la embestida había sido muy salvaje, el dolor se convirtió rápidamente en un calor tremendo, seguido por una ola de placer que recorrió toda mi columna, sentía sus huevos bien pegados a mis nalgas. Me la fue sacando hasta dejar solamente la cabeza dentro y nuevamente me empaló con furia, un nuevo gemido salió de mi boca y sentí que me faltaba el aire, Víctor me veía a la cara sonriendo, una sonrisa pervertida y burlona, disfrutaba las muecas que hacía cada vez que me empalaba.
- Tienes cara de putita, me encanta ver las caras que haces mientras te cojo, cómo disfrutas mi verga, aghhh, toma putita, aghhh, toma.
Arremetió una y otra vez, sentía como entraba y salía por mi culo y como lo iba abriendo cada vez más, adaptándose al grosor de su verga, la sensación de su verga frotando mis ...