Morir de amor
Fecha: 03/11/2024,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Chicles, Fuente: CuentoRelatos
... Mhh, creo que tampoco podré el domingo.
–¿¡No sabes cuándo terminas la reunión!? –grita asombrado Leonardo.
–Ja, ja, ja, no se trata de la reunión. El domingo debo ir a Cuernavaca a recoger unos documentos de mi automóvil –precisa ella y explica con detalle las razones (su primo, dueño de la agencia, le dio el crédito para la compra, sin aval).
–¿Puedo acompañarte?
–¡Claro que sí! Te espero a las ocho de la mañana en mi casa para irnos de aquí o paso por ti –contesta muy segura.
–Me parece bien la segunda opción, pues no sé dónde vives –dice Leonardo socarronamente.
–¡Ay, qué tonta! Es que me parece que nos conocemos desde hace mucho –le dice a Leonardo en tono jocoso y le pide que anote la dirección–. Mejor tú vienes, pues yo vivo en Copilco y la salida a la autopista está cerca de aquí.
Ese domingo continuaron platicando, pero ahora ella hizo preguntas sobre las razones del divorcio de Leonardo y así estuvieron mejor enterados la una del otro –Verónica supo que la exmujer de Leonardo no quería ser discreta con sus relaciones extramaritales y que, además, éstas no se restringían a sus amantes, sino que incluyeron a otras parejas de sus familiares y amistades cercanas a la familia de ella. Sí, también que Leonardo se la tiraba a de vez en cuando–. En el trayecto del viaje, a ella se le subía con facilidad la corta y ligera falda que usaba, y Leonardo no quitaba la vista de las piernas tan hermosas de la dama, pero no le era fácil ocultar la erección que ...
... le generaban las fantasías debido a esa visión. Ella manejaba atenta al camino y se acomodaba frecuentemente la falda, pero lograba ver de soslayo el bulto crecido de Leonardo. No, más allá de los calentones que cada quien se daba por lo que veía o por los comentarios cuando hablaban de sus costumbres sexuales con sus parejas respectivas, no pasó nada.
Leonardo supo que ella se excitaba, pero que ni su esposo ni otros intentos de pareja la habían satisfecho, pero ya estaba participando en una terapia grupal conducida por un analista con experiencia en sexualidad. A su vez, Leonardo explicó que le molestaba enormemente la conducta de su entonces esposa, pero que también disfrutaba las nuevas caricias que ella le daba, debido a esa práctica con otras parejas.
Ambas posiciones les eran extrañas, porque Leonardo siempre había tenido la impresión de que las mujeres disfrutaban mucho los encuentros sexuales, tanto su exesposa como las mujeres que lo buscaron para hacer el amor, casadas todas ellas, por cierto. Verónica, por su parte no asimilaba que un hombre no le hubiese reñido a su esposa desde el primer amante que descubrió, sin tener que esperar a que hubiese otros.
El miércoles siguiente fueron al cine, y en el estacionamiento sí pudieron besarse y manosearse mutuamente como si fuesen adolecentes pues ambos habían fantaseado con esa oportunidad. Al siguiente domingo fueron de paseo con cuatro niños, dos parejas respectivas, las edades de sus hijos: 9, 8, 7 y 6. El ...