Morir de amor
Fecha: 03/11/2024,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Chicles, Fuente: CuentoRelatos
... martes siguiente ella se reportó enferma de la garganta y le recetaron antibióticos inyectados, por lo que le pidió a Leonardo que él la inyectara. “Si no sabes, aprendes; yo te digo cómo”, le pidió en tono seguro. “Yo no sé ponerlas con jeringa de aguja, sólo sé de las otras, de las que hacen niños”, le respondió Leonardo. “También de esa quiero, pero no te preocupes, uso DIU”, insistió ella y se fueron al hotel esa mañana. Sobra decir que Leonardo sí aprendió a poner las inyecciones intramusculares, había suficiente espacio, y también gozaron con las que Leonardo había ofrecido a Verónica…
Al mes, después de furtivas noches en las que Leonardo llegaba tarde y se retiraba temprano, Verónica decidió hablar con sus hijos para hacerles saber que Leonardo dormiría con ella. La felicidad de Verónica era notoria e irradiaba una alegría y sensualidad nunca antes vista por sus familiares y amigos.
No era para menos, tenía sexo al menos tres veces al día y, quincenalmente maratones desde el viernes en la noche hasta el lunes en la mañana, el último encuentro sexual era en la ducha a las seis de la mañana. “Quiero morir como mueren los calamares”, le decía Leonardo cada vez que quedaba extenuado sobre ella. Verónica descubrió que no era frígida, según su analista; el único inconveniente era que sus hijos, y los hijos de Leonardo, también se enteraron de ello por los gemidos, gritos y expresiones que ella no podía acallar cuando Leonardo le hacía el amor. Ella debió explicarlo de ...
... alguna manera a los cuatro niños, y los hijos de Leonardo habrían comentado algo con su madre, porque después de esto, Victoria, la exesposa de Leonardo, también hacía los mismos ruidos con sus intermitentes parejas, además que Leonardo ya era refractario a los requiebros de ella.
Las vacaciones las disfrutaban Leonardo y Verónica paseando con sus cuatro hijos por lugares nunca antes visitados, montados en una combi equipada para acampar que le prestaba el hermano de ella. Hicieron el amor en más de la mitad de los estados del país.
Ciertamente, sus ingresos juntos no eran muchos, pero sí suficientes, aun con la merma que sufría Leonardo debido a la pensión que le daba a su esposa. Por si eso fuera poco, José, el exesposo de Verónica, decidió no pasarle pensión a ésta, aduciendo que no tenía empleo, lo cual no era tan cierto pues sí tenía trabajos eventuales, aunque mal pagados, y frecuentemente tenía que echar mano de la generosa liquidación que recibió cuando lo despidieron.
No fue fácil para ninguno este cambio. Principalmente para José, pues cambió radicalmente. De nada habían servido las terapias en AA ni los tratamientos para dejar de beber, tampoco el que lo despidieran de su bien pagado empleo, ni el divorcio o haber tenido varios accidentes en su vehículo. Esta vez, ante el deslumbrante cambio que se veía en su exesposa, sí le quedó claro que había tocado fondo. Sin embargo, las cosas cambiaron para bien en casi todos, excepto en la relación de Victoria con ...