1. Siracusa


    Fecha: 05/11/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Bellota D I, Fuente: CuentoRelatos

    ... una súplica. Era verdad que él no se había venido el día de antes. Lo sentía tan tenso que estaba segura de que un par de lenguazos hubieran bastado para que me llene la boca de semen. Estaba tan arrecha que me sentía dispuesta a franquear el último paso que nos faltaba para llegar al colmo. Ya le había dicho al barbudo que a veces había tenido ganas que me la meta por el culo.
    
    En este momento, la excitación era tan fuerte que quería sentirlo allí mientras el rubio me cachara. Me imaginaba esta sensación de estar totalmente llenada, con dos vergas moviéndose suavemente dentro de mí. Creo que no aguantaría medio minuto antes de venirme, por lo rico de sentir mi culo abrirse a medida que le sexo del barbudo avanzaría en él, con el rubio clavado en mi concha. Temblaba de ganas, literalmente, torturada por mi entrepierna y las imágenes obscenas que tenía, escuchando los respiros rápidos del rubio. El barbudo, aparentemente más resistente a la frustración que nosotros, se sentó en su toalla, bostezando y estirando los brazos, jugando al que acababa de despertarse. Yo quería regresar al departamento en seguida o encontrar un baño público o cualquier sitio para masturbarme y relajar algo la tensión sexual que sentía. Pero tenía que aguantarme un poquito todavía.
    
    Encontré un poco de calma quitando la arena de mi toalla y buscando mi ropa para vestirme. Como era todavía temprano, decidimos quedarnos para seguir disfrutando del ambiente playero y caminamos en el paseo que ...
    ... bordaba el mar. En una placita, nos sentamos en la terraza improvisada de la tienda de vinos, quesos y fiambres, donde atendía una pareja de ancianos. Pedimos piqueos y vino, eso era exactamente lo que queríamos para empezar la noche.
    
    Regresamos al centro de la ciudad en taxi, cantando y riendo. Todo era perfecto. La fatiga no se sentía tanto, había sido reemplazada por la excitación de la noche que empezaba, sinónimo de fiesta, de tragos y de sexo para los tres.
    
    Apenas llegados al departamento, me fui a ducharme. Dejé la puerta del baño entreabierta, para indicar claramente que estaba dispuesta a compartir el agua, el jabón y mi culo con el que no hubiera podido esperar que yo terminara para bañarse.
    
    Siempre me encantaron las duchas después de la playa, cuando siento el agua caer en mi piel cálida, llena de sol y de sal, y que paso mis manos en mis brazos, en mi pecho y en mis piernas para quitarme la arena. Mi mano se deslizaba en mi piel dejando una estela de minúsculas burbujas de jabón, pasaba mis dedos entre los labios de mi vagina y entre mis nalgas. Empecé a jugar con mi clítoris, me excitaba que el rubio y el barbudo estuvieran justo al lado y que los hubiera bastado mirar por la abertura de la puerta para ver que me estaba tocando. Como no quería venirme solita, o por lo menos sin espectadores, terminé mi ducha con agua fría para calmarme. Me sequé y puse un calzón limpio que en seguida se pegó a mi sexo, ajustándose a mis labios. No dejaba de mojarme a pesar de ...
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