1. Jugando al escondite


    Fecha: 14/11/2024, Categorías: Hetero Autor: MathewDream, Fuente: CuentoRelatos

    ... y comprobando que al contrario que otras veces, ahora separaba las piernas para dejarme trepar libremente por su piel. Pronto tuve su ropa interior en contacto con mis dedos y la aparté un poco para permitirme el lujo de estimular su clítoris. Las yemas de mis dedos pronto notaron que estaba húmeda y excitada y resbalaron con facilidad por todo su sexo. Recuerdo como gemía ligeramente y se sujetaba a las sabanas antes de empezar a acompañar mis caricias tocándose a si misma. Masajeaba sus pechos y pellizcaba uno de sus pezones para endurecerlo mientras yo me ocupaba del otro con mis labios. Jugaba con un dedo en la entrada de su sexo a la vez que yo la masajeaba en la misma zona pero un poco más arriba. En algún momento se notó una confianza que siempre había esperado cuando me corrigió cogiéndome la mano y colocándome los dedos para que acariciara justo en el punto que quería en ese momento concreto, sentirlos moviéndose y acelerándose solo para ella, resbalando deliciosamente y con facilidad gracias a la lubricación de sus jugos. Después de un rato María no podía más. Se incorporó en la cama y terminó de desnudarse, pidiéndome después que hiciera yo lo mismo. Con el juego del escondite nuestra ropa estaba ahora repartida por toda la casa y nosotros, desnudos y tumbados en la cama, al contrario que la ropa, estábamos todo lo juntos que podíamos. Me puse sobre María ocupando el espacio que me dejó entre sus piernas, apoyándome sobre los brazos para no echarle demasiado peso ...
    ... encima, y bajando lo justo para sentir el roce de sus pezones en mi piel. Le pregunté si estaba lista para recibirme en su interior, siempre hablando cerca de su oído y en voz muy baja, y ella contestó mordiéndose el labio y afirmando con la cabeza. Con mi mano coloqué mi miembro de forma que cuando empecé a mover mis caderas la punta fuera abriéndose camino entre los labios de su sexo, y aunque costaba un poco al principio, lentamente fui llenándola, observando su reacción antes de empezar a moverme dentro y fuera de ella.
    
    Sé que al ser la primera vez que se dejaba llevar por sus deseos tuvo un pequeño instante de dolor. Se notaba por como se mordía el labio y apartaba su mirada. Pero también sé que fue un instante muy breve por que pronto estaba pidiéndome que me acelerara, acariciándome el trasero para empujarme un poco y que me moviera más rápido, abrazándome con sus piernas y respirando de forma entrecortada. Hice movimientos lentos con mis caderas que siguiendo sus instrucciones fui haciendo más ágiles, más variados, más apresurados, hasta que el calor que sentía cuando la penetraba hasta el final me excitó tanto que esos movimientos se convirtieron en aun pausadas embestidas que hacían agitarse sus pechos y conseguían que María empezara a gemir y a dejar definitivamente a un lado su timidez para revelarme cualquier cosa que le apetecía y así conseguir que su placer fuera más intenso.
    
    Decidí prestarle un poco de atención a su clítoris con intensas caricias mientras ...
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