Samantha: corrupción y perversión de una casada (ll)
Fecha: 17/11/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: JCerva, Fuente: CuentoRelatos
... abajo.
-¡Mamá, apúrate!- era su hijo que ahora podía escuchar como comenzaba a subir las escaleras. De nueva cuenta el miedo comenzó a invadir el cuerpo Samantha quien no sabiendo que hacer, corriendo a paso corto por el pantalón que no la dejaba dar pasos largos, se puso en la en el borde de la puerta y le grito -¡NO vengas! ¡estoy en ropa interior!- el viejo veia deleitado como cuando la casada iba al borde de la puerta sus nalgas daban ligeros brincos a la hora que daba cada paso lo cual más lo enervaba en calentura.
-Bueno, pero apúrate. Aquí te espero- el chamaco sentenciaba mientras se sentaba en uno de los escalones de la escalera. Quería meterle presión a su madre para que se apurara, lo que no sabía es que solo estaba haciendo que su mamá tomara la decisión que no quería tomar.
-Si... si... si ya voy- la mujer por el pánico en el que se encontraba, dejo de lado que detrás de ella se encontraba ese viejo e inclinando de nueva cuenta su torso hacia adelante comenzó a repetir los movimientos que estaba haciendo antes de que ese viejo la interrumpiera.
A Samantha ya no le importaba estarle dando una buena vista de su curvilíneo cuerpo a ese degenerado sujeto. Lo que ella quería era el acabar con eso lo más rápido posible porque no quería que su hijo subiera y la viera en esas circunstancias. Si el que la viera Doña Carmen le parecía malo, el que la viera su hijo le parecía aún peor.
Erasmo desde atrás no perdía detalle de eso meneo de nalgas y ahora ...
... estando más de cerca y con todo iluminado, veía hasta el más mínimo detalle. Veía como esa diminuta tanga que traía puesta, se perdía en medio de sus nalgotas solo dejando en la parte de arriba un corazon de metal que brillaba con la luz, mientras que en la parte de abajo veía como ese hilo rojo que era devorado por sus nalgas, era visible solo unos milímetros para de nueva cuenta desparecer, pero ahora lo hacía en medio de unos labios carnosos con unos pequeños vellos rojizos. El viejo se sentía en la gloria al poder estar contemplando tan exquisito momento, “ni en los mejores puteros de la ciudad hay una vieja tan buena como esta”, era lo que pensaba el viejo mientras ya comenzaba a masajearse un enorme bulto que se veía por encima de su pantalón.
Sin que la mujer prestara atención por estar más preocupada de que su hijo subiera, no se percató como el viejo se acercaba por un costado y poniendo una de sus grasientas manos en un costado de su cintura, tocando el hilo rojo que circundaba esa parte de su cadera, bajo su cabeza hasta el oído de Samantha.
-Si no te apuras tu hijo subirá. Si te ayudo más rápido te podrás ir- decía mientras comenzaba a jugar con el hilo de la tanga.
Samantha al sentir esa mano y como le hablaba en voz baja cerca de su oído, hizo que diera un brinco ya que no se lo esperaba. La adrenalina de ser descubierta la mantenía muy alerta pero el sentir esa mano juguetona le hacía recordar lo que en la mañana le había sucedido algo muy similar con aquel ...