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Samantha: corrupción y perversión de una casada (ll)
Fecha: 17/11/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: JCerva, Fuente: CuentoRelatos
... mencionar que también de la parte de adelante la tela que la vagina se estaba comiendo se estiro dándole un rico rose en su pequeño clítoris. -¿Te encuentras bien mami?- el chico con una cara confundida le preguntaba a su madre. Intentando entender el motivo de ese grito tan raro que había dado su madre. -Humm... Si... hijo... estoy bien humm... solo que me lastime un poco... al sentarm… hummm...- Samantha le decía a su hijo mientras intentaba mover con sus caderas ese hilo invasor que con cada movimiento que esta hacía, el hilo más se incrustaba y rosaba su ano. -Bueeeno… te decía, cuando entre al salón…- el escuincle relataba su día a su madre sin prestarle más atención a los movimientos que esta hacía en el sillón. Mientras tanto, Samantha apenas y le prestaba atención a su hijo. Intentaba mantener su rostro con una sonrisa mientras su hijo hablaba. Pero entre más continuaba el meneo de caderas, más el hilo le hacía sentir sensaciones nuevas y placenteras. Sentía una rica comezón en su ano, haciendo que este por mero instinto comenzara a abrirse y cerrarse intentado así mitigar esa comezón. La curvilínea madre ya ni siquiera escuchaba a su hijo. Su cuerpo estaba en esa sala, pero su mente estaba en un lugar lejano donde solo sentía tan exquisitas sensaciones. Ya su meneo de caderas no era para detener esas sensaciones sino para que aumentaran. -¡MAMÁ!- fue el grito que hizo que la mujer diera un pequeño brinco del susto. -Te estoy hablando y no me ...
... haces caso. ¿Quieres ir al baño? Veo que te mueves mucho en el sillón, parece que ya te haces pipí- el chico le recriminaba a su madre por su falta de atención. Pero también le preguntaba por todos esos movimientos que hacia su progenitora en el sillón. La conocía y sabía que no era normal su comportamiento. -Disculpa mi cielo, prometo ya ponerte atención. Es que aun siento un pequeño dolorcito jijiji- la prudencia de a poco volvió a la mujer y aunque aún sentía esa fuerte presión de esa diminuta prenda en sus 2 orificios íntimos. Se limito a dejar de mover sus caderas para que esas sensaciones no fueran tan intensas y disimuladamente poniéndose un cojín en las piernas, la mujer metió una de sus manos debajo de su vestido para sacar la parte delantera de la tanga de su ya húmeda panocha. Ya mucho más tranquila, la ama de casa reanudo su conversación con su primogénito. Escuchaba las cosas que le decía su hijo sobre los diferentes compañeros y maestros que le habían tocado en este curso escolar. La mujer se asombraba que por lo que le contaba su hijo, la escuela prácticamente se encontraba exactamente igual que como cuando ella estudiaba ahí. Estaban madre e hijo muy entretenidos platicando cuando de repente escucharon abrir la puerta. Asomándose ambos vieron que Roberto al fin había llegado. Tanto madre como hijo se acercaron a él para darle su bienvenida. Daniel lo abrazo de la cintura y Samantha desde atrás de Daniel, abrazo del cuello a Roberto y le dio un beso en los ...