1. María, la mejor para el squirt


    Fecha: 19/11/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... es lluvia de su squirt cuando pudiera conseguirle un orgasmo como el que me tenía obsesionado.
    
    Quizás sería mi única oportunidad para acercarme a ella, era el todo o nada, en el breve intercambio de palabras confesé mi pecado, que había sido yo, Juan, quien la llamó y le había pedido conocernos. Me pareció algo sorprendida, pero enseguida llegó su marido y el intento quedó solo en eso.
    
    Un par de meses después de ese fugaz encuentro, recibo un llamado de una mujer que dice:
    
    - Hola Ruth como estás?
    
    - No soy Ruth, soy Juan… (como la tenía agendada sabía quien era)
    
    - Ah, ok… ok, disculpa creía que…
    
    Todo se quedó en ese llamado de María, que mi deseo por ella me hacía creer que todo había sido adrede, un intento por saber de mis intenciones o qué?
    
    Dejé pasar unos días y me atreví a llamarla: - Hola María, no soy Ruth soy Juan y quería saber más de ti, ella se excusó de la llamada anterior aduciendo que fue por error
    
    La charla se hizo amena, y quedamos en volver a hablarnos, de ese modo lo hicimos por varios días hasta que una tarde la llamó, diciendo que esa tarde no fui a trabajar y que quería invitarla a tomar un café y seguir la charla, que estaba decidido a no aceptar un no por respuesta. La osadía de atreverme a ir de frente fue lo que provocó que aceptara. Le propuse encontrarnos en un bar discreto no tan lejos de su casa, había cubierto la excusa de decir que estaba su marido.
    
    Me costaba disimular mi deseo por llevarla a la cama, pero ...
    ... debía ir con precaución para no asustarla. Las prevenciones fueron innecesarias luego de una breve charla trivial, llegamos al tema de la intimidad y la seducción mutua nos facilitó las cosas. Ella tenía miedo a ser vista con otro hombre, no era tiempo de pensar, le dije de retirarnos y que fuéramos a un lugar que conozco. – Que sea discreto (dijo)
    
    -No tengas dudas será bien discreto, solo estaremos los dos. (sonrisa cómplice)
    
    Subimos a mi automóvil y conduje lo más rápido posible hasta el hotel más próximo, no fuera que María se arrepienta y me quedara con esa calentura que venía acumulando, creo que desde el mismo instante que mi compañero describió su capacidad de producir esa “acabada” tan especial.
    
    Todo era urgencia, prisa por concretar el deseo de disfrutarnos, el tiempo apremia, la calentura exige. Tan pronto estacionamos y corrimos la cortina que da privacidad a los autos, nos comimos la boca, las lenguas hablaron el húmedo lenguaje del deseo, las manos escribían la calentura en carne propia. Bajamos rápido, subimos al cuarto y tan pronto se cerró la puerta nos dejamos caer enredados en pasión, la infidelidad con la mujer del compañero motiva y acrecienta las ganas de probar a esa esposa tan ponderada.
    
    La prisa y el deseo me habían puesto tan nervioso que me costaba desabrocharle el jean y menos desabrochar la hebilla de los zapatos de tacón alto, ella colabora con mi torpeza, se quita el top para quedar en tetas, ofreciéndose tan solo con la escueta ...
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