1. Mi madre es mi obsesión desde que logré masturbarla, 3RA PARTE


    Fecha: 20/11/2024, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... gusta?
    
    Mucho
    
    Me bajé el boxer y ie dije chúpalo Mi madre se quedó inmóvil adquiriendo el estado de la noche anterior y le dije por segunda vez con voz firme: chúpalo.
    
    La tomé del hombro y la ayudé a que se arrodille, inmediatamente metí mi verga en su boca, parecía que era la primera vez que iba a mamar una verga, tres días después me confesó que solo lo había hecho cuando ocurrió el incidente que marcó su vida y no lo había vuelto a hacer nunca más; se la metí toda en la boca y se la sacaba por las comisuras de sus labios haciendo que cada vez que mi verga salga de su boca emita un sonido, un sonido cada vez más fuerte; mi madre empezó a llorar, y le pregunté: ¿te gusta?, con voz tímida me dijo: si
    
    Me lo dijo con una voz tierna y tímida a la vez, lo cual me excitó más. Cuando me estaba chupando la verga, sin previo aviso se acostó en el suelo y se tapó la cara con sus dos manos y cerró las piernas, volviendo nuevamente a su actitud de la noche anterior tal como lo conté en mi segundo relato.
    
    Le dije: No te avergüences, admite que te gusta, pero no me respondió.
    
    Quieres verga ¿si o no?
    
    Agarré mi verga dura, me paré sobre ella abriendo mis piernas y empecé a masturbarme apuntando hacia ella, quería que lo admita, quería que no se sienta culpable por desear ser penetrada por una buena verga.
    
    Sí quiero
    
    Me arrodillé, junté sus piernas y las puse sobre mi hombro izquierdo, follándola de manera rápida sin perder ritmo, luego la volteé y la puse en ...
    ... cuatro, la nalgueé hasta que sus nalgas se pusieron rojas, le metí mi dedo pulgar en el culo y al mismo tiempo penetré su concha mojada y apretada con mi verga, todo eso mientras estábamos en el suelo, luego hice que se de vuelta, le escupí en la concha para lubricarla más y seguí follándola sin parar por media hora.
    
    La follé salvajemente y aunque mi madre lo disfrutaba, durante todo el acto sexual forcejeaba, lloraba de manera desconsolada, se cubría la cara, trataba de cerrar sus piernas, y me golpeaba el pecho y los hombros como si la estuviera forzando.
    
    Luego del acto nos bañamos y nos acostamos en la cama para ver televisión y le pregunté:
    
    Mami, yo sé que te gusta lo que hacemos pero parece que no te gustara en absoluto.
    
    Si me gusta mucho, pero no puedo evitar hacer ciertas cosas.
    
    La abracé, y le dije que no importaba el modo, solo importaba que ella se sientiera bien; la conversación quedó ahí pero me quedaba algo pendiente, pues a pesar de que me excitaba hacérselo de la mamera en que mi madre lo proponía, no era normal; así duramos cuatro meses; le hice el amor todos los días a mi madre a su modo durante todo ese tiempo.
    
    Hasta que se nos dio la oportunidad de consultar un psicólogo; fuimos como pareja, ya que no nos conocía y por supuesto nunca le mencionamos que éramos madre e hijo; claro que le resultó interesante nuestras edades, pero eso ya es algo socialmente aceptado en comparación con el incesto, sino supongo que nos hubiera recetado terapia ...
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