Una fantasía hecha realidad
Fecha: 20/11/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Pachacamac, Fuente: CuentoRelatos
... puedo anular el viaje.
- Vaya día, a mí me ocurre algo parecido. El lunes tengo una reunión de trabajo en Palma y había quedado con Montse que pasaríamos juntos el finde en aquel hotel de la costa norte donde estuvimos las dos familias hace un montón de años, no sé si te acuerdas…
- Siiii! Recuerdo la piscina y lo bien que nos lo pasamos.
- Bueno, ahora ya no es un hotel familiar, lo han arreglado y es un hotel de cinco estrellas solo para adultos, una pequeña joya... .pero al final Montse tampoco ha podido venir, ha tenido que irse a cuidar a su madre que se rompió la cadera. Oye, por qué no te vienes y pasamos el día juntos…
- Emmm, bueno, vale. El plan con Fran era pasar el día de paseo por la isla y quedar con sus amigos por la tarde, o sea que tengo el día libre. Me encantará ver de nuevo el hotel.
De repente el panorama del fin de semana volvía a dar un vuelco. Paula se había sobresaltado al ver a Félix, al recordar lo ocurrido el fin de semana anterior. Su madre se había empeñado en organizar una fiesta de cumpleaños familiar para Paula, en la que como era habitual en estos casos, Felix, su mujer Montse y su hija estaban invitados. La fiesta se había prolongado hasta la noche y los jóvenes se habían puesto a bailar. Paula, con unas cuantas copas de cava de más, se dio cuenta de que Félix, cómodamente sentado en un sillón, la contemplaba. Y notó que ya no la miraba como a la niña risueña y alegre que había sido en su infancia. Adivinó un cierto brillo de ...
... lujuria en la mirada del atractivo maduro. Y eso la incitó a provocarlo. Sus meneos pasaron a ser sensuales y provocativos, tal como le gustaba bailar ante su novio cuando “oían música” solos en su habitación. En esas ocasiones el baile acababa en striptease para gran alegría de su novio, exhibiendo su precioso cuerpo, delgado pero voluptuoso y aunque en la fiesta conservó su ropa, los gestos y meneos de Paula resultaron igual de sugestivos para Félix. Ahora se avergonzaba al recordar el descaro con el que le había provocado, aunque nadie más en la fiesta se percatara. Y sin embargo, desde ese día había vuelto a sus fantasías de la adolescencia, en las que se imaginaba follando con él. Intentó alejar de su cabeza esas imágenes indecentes que no encajaban en absoluto con la imagen que todos tenían de ella, una encantadora chica, buena estudiante, algo ingenua y que no había roto nunca un plato. Félix por su parte, estuvo encantado de que Paula aceptara pasar el día con él. Siempre sería más entretenido pasarlo con ella que solo y aburrido en el paraíso. También recordó el baile de Paula el día de su cumpleaños. Tenía sobrada experiencia para darse cuenta de cuando una mujer está en celo y se le insinúa. El conflicto moral era evidente. Cómo iba a tener una relación con la hija de su socio, treinta años más joven que él. Y sin embargo, se decía a sí mismo, ella ya es mayor de edad y libre de hacer lo que le venga en gana.
Ya en el aeropuerto de Palma, Félix recogió el coche ...