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Samantha: Corrupción y perversión de una casada (lll) (1/2)
Fecha: 21/11/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: JCerva, Fuente: CuentoRelatos
... decía a su mamá. Aunque ambos padres ya le habían confirmado que ahí estarían, no perdía cualquier momento para recordárselos. -Ya sabemos, bebe. Ya nos lo dijiste un millón de veces y ya te dijimos que ahí estaremos jijiji- Samantha con cierto toque de ironía le respondía a su hijo mientras que sacaba su monedero de una de sus bolsas del pantalón. Después de darle el dinero a su hijo y este se fuera, la mujer decidió volver a meter su uniforme en aquella caja. Pero justo antes de que dejara caer el uniforme en la caja, vio algo que le llamo la atención. Dejando el uniforme a un lado de ella y agachándose delante de la caja vio que su mirada no se había equivocado. Se trataba de su ropa interior y lencería que usaba en su juventud. Iba desde calzones normales de algodón, cacheteros, tangas y brasieres de encaje, hasta medias, ligeros y portaligas. Si había algo que le fascinaba usar en su época de Universidad a Samantha eran las medias con ligueros y portaligas con alguna lencería de encaje. Aunque nadie la pudiera ver más que Roberto, le hacía sentir una gran seguridad a la hora de caminar delante de todas aquellas miradas que observaban hasta el poro más pequeño de su piel. Pero desde su matrimonio había dejado de usarlas. Aunque ahora el volver a ver esa lencería, le hacía querer usarlas de nuevo. “¿Y porque no usarlas mañana que iré a la escuela? Roberto ni se daría cuenta. Y si me los encontré es porque el destino quiere que los use.” Eran los pensamientos de la ...
... mujer que sin darle más vueltas tomo una tanga con su respectivo brasier negro de encaje y las medias con portaligas. Se fue directo a la lavadora y volteando para los lados para ver sin nadie miraba, metió las prendas. En su cabeza ya imaginaba cual sería el vestido con el que usaría esas prendas íntimas así que se fue directo a su cuarto y comenzó a preparar también la vestimenta que usaría mañana. Las horas pasaron y gracias a que Daniel se la vivía dentro de su cuarto, Samantha con total tranquilidad pudo sacar sus prendas de la lavadora para meterlas a la secadora y así llevarlas a su cuarto para ponerlas en un lugar donde su esposo no pudiera verlas. Roberto como de costumbre llego ya noche. Su hijo ya dormía y su mujer lo esperaba en la cama mientras leía un libro. El hombre como si estuviera en modo automático se acercó a su esposa y con un tenue beso en los labios se dirigió al baño para cepillarse los dientes, ponerse su pijama y sin más meterse a la cama sin siquiera hacer el más mínimo esfuerzo por hablar con su mujer. Samantha por su parte, ya estaba más que acostumbrada a esa rutina. Así que viendo que su esposo dormía al instante, se acercó a su oído mientras con una tenía voz le decía. “Buenas noches” dándole un beso en la mejilla y apagando la luz para dar por concluida otro día normal en aquella casa. A la mañana siguiente, Samantha ya tenía preparado el desayuno cuando padre e hijo bajaron para desayunar. Pero a diferencia de los otros días, Samantha ...