El jefe de su marido (quinto capitulo)
Fecha: 21/11/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: dulceymorboso, Fuente: CuentoRelatos
... sentido. Se sintió una mala esposa cuando volvió a meter el sobre en el cajón y mirando hacia el cuarto de baño se quitó las bragas.
Al entrar en el cuarto de baño vio la mampara cerrada y la silueta de ese hombre tras ella. Se acercó y la abrió y observó al señor Gómez enjabonándose el cuerpo. Él la miró de arriba abajo observando la desnudez de esa mujer y Silvia entró con él.
No se dijeron nada, sobraban las palabras. Cogiendo el bote de gel vertió sobre sus manos liquido y comenzó a enjabonar el cuerpo de él. Las pasó por su pecho poblado de abundantes vellos, pegando su cuerpo al de ese señor pasó las manos por debajo de sus brazos para enjabonarle primero la espalda y a continuación las nalgas. Silvia gimió al sentir la erección de ese señor presionar sobre su estómago. Se arrodilló y le enjabonó las piernas, la polla, sus imponentes testículos. No podía apartar la vista de aquel miembro fálico estudiándolo con detenimiento, deseaba retener en su memoria cada hinchada vena que lo adornaba. Agarrando la alcachofa de la ducha dirigió el chorro del agua a las piernas y le sacó todo el jabón. Retiró con cuidado cada gota de jabón del pene y se quedó absorta mirando como brillaba. En un gesto de total entrega a esa polla, abrazó las piernas de ese señor y apoyó su cara en ella. Sintió el calor que le transmitía en su cara y gimió cuando ese pene hinchado rozó su nariz e inconscientemente lo olió.
El señor Gómez permanecía quieto disfrutando de las atenciones que ...
... esa hermosa joven le brindaba a su polla. Durante toda su vida, las mujeres con las que había estado, le habían hecho saber que tenia una polla que impactaba mucho, pero con Silvia era diferente, sentía que esa mujer admiraba su polla, que esa joven la miraba con una adoración que lo ponía cachondo. Cuando minutos antes le había dicho lo del sobre con el dinero, por unos instantes temió que se fuera y lo dejara con las ganas, pero tenia que arriesgar y al verla abrir la mampara desnuda supo que había ganado. Él deseaba que esa mujer se entregara a él y no solo por el dinero. Llegó a sentir hasta cierto sentimiento de ternura hacia ella porque con su experiencia a lo largo de los años sabia que esa mujer y a pesar de luchar contra ello se excitaba cuando era humillada por él. Acarició su cabello cuando sintió que le estaba oliendo la polla.
-Te gusta mi polla? – decidió dar un paso mas y comprobar hasta donde seria capaz de llegar esa mujer.
- Si, me gusta.
- Mucho?
- Me gusta mucho – no dejaba de mirarla y sus labios la besaron.
- Entonces eres capaz de ser sincera contigo mismo y aceptar lo que te dije?
- Si, lo acepto.
- Ya te dije que eres una cerda pero debes aceptarlo o no me sirves. El dinero lo tendrás igual.
- Señor Gómez, lo acepto. He venido aquí a la ducha con usted por eso.
- Has venido por que eres una cerda. Verdad?
- Si, lo soy.
- Que eres?
- Soy una cerda.- aquella aceptación la hacia sentirse avergonzada, humillada y lo ...