-
El jefe de su marido (quinto capitulo)
Fecha: 21/11/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dulceymorboso, Fuente: CuentoRelatos
... humillando – Fue por eso. - Eres una cerda, perdona que te lo diga. Has dejado en casa a tu familia para venir aquí para tocar mi polla. Es así? - No me llame eso por favor. – le rogaba que no la humillara de esa manera. - Te llamo así porque es lo que eres. – diciendo eso se bajó el pijama dejando a la vista de ella aquel sexo que tanto la impactaba. – Tanto te gusta mi polla? - Si – la visión de aquel imponente miembro la hacía temblar y no podía apartar la mirada de ella. - Deseas tocarla? - Si. - Acércate. – ella se acercó al sofá donde ese hombre estaba sentado. – Quiero que te arrodilles y me acaricies la polla. Venga que no tengo todo el día para perderlo con una cerda como tu. - No soy ninguna cerda. – Silvia diciendo esto se arrodilló entre las piernas de aquel hombre que tanto le repugnaba. No podía dejar de mirar aquel sexo que tanto la atraía. Acercó su mano y la agarró y enseguida aquel miembro tan imponente estuvo totalmente duro. - Aunque te cueste reconocerlo si lo eres. – Ese viejo suspiró al sentir como esa mujer agarraba su polla y se lo empezaba a acariciar. – Joder me gusta tenerla en tu mano. El silencio solo era roto por los suspiros de ese señor y los suyos propios cuando ella comenzó a acariciar aquel sexo. Ella lo acariciaba sin apartar la vista de entre las piernas de él. Pasó su mano por toda su longitud, lo agarraba y una intensa sensación de morbo se apoderaba de su cuerpo al intentar cerrar los dedos sobre su pene ...
... y darse cuenta que no lograba rodearla por completo. Él la dejaba hacer y se ponía cachondo de ver como aquella mujer, esposa de uno de sus empleados, no apartaba la vista de su polla. - Que piensas al verla? - No me haga esto por favor. – Odiaba las preguntas de ese hombre para humillarla. - Quiero saber que piensas Silvia - Pienso que es muy gruesa - Te gusta mi polla , verdad? - Por favor… - Dilo!!! - Si, si. Me gusta su polla. – Se sentía derrotada, humillada, pero de nada servía luchar contra lo que sentía. Sin ella esperarlo ese señor apartó su mano y se levantó dirigiéndose hacia su habitación. Desde la puerta siguió hablando. -A veces pienso que pierdo el tiempo contigo. Voy a darme una ducha y quiero que pienses un rato si estás dispuesta a aceptar que eres una cerda conmigo., de lo contrario no me interesa esto. En la mesilla hay un sobre con dos mil euros, si no eres capaz de aceptar tu condición coge ese sobre y vete. Si por el contrario dejas de mentirte a ti misma y lo aceptas , no cojas el sobre. – al terminar de decir eso el señor Gómez desapareció por la puerta. Ella se quedó de rodillas viendo desaparecer a ese hombre. Escuchó el sonido del agua de la ducha en el baño. Estuvo un rato pensando y se levantó para ir a la habitación de ese hombre. Al entrar se acercó a la mesita de noche y abriendo el cajón vio el sobre que él le había dicho y lo cogió. Vio la cama donde había sucedido todo el día anterior y recordó lo que había ...