Esposas desesperadas (parte 2)
Fecha: 01/12/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: JORGEFAG, Fuente: CuentoRelatos
... cooperación.
Después de un par de horas, pensó en dar la vuelta y regresar, satisfecha de lo recolectado hasta el momento, así que tomo camino de vuelta hacia la Iglesia para reportar la cantidad que había recolectado y posteriormente dirigirse a su casa.
Apenas había regresado un par de calles, cuando en una esquina al voltear para cruzar, vio en la boca calle un pequeño negocio a unos cuantos pasos, una desponchadora, como todas con varias llantas en la banqueta, por lo que la señora Elda, se dijo: en los negocios me fue bien, y no me desvió mucho, así que nada puede salir mal…
Llego al negocio y no se veía nadie que estuviera a cargo del local, - buenas tardes- gritó hacia adentro del local, sin recibir respuesta.
Dio unos cuantos pasos hacia adentro, y poco a poco el ambiente se iba llenando de un penetrante olor a caucho, que hacía pesada la respiración de la señora Elda.
-Buenas tardes -repitió el saludo, sin obtener respuesta de nuevo, vio hacia el fondo del local, solamente se apreciaba un reflector que apuntaba hacia la calle, sin permitir ver con claridad si alguien estaba en la parte trasera.
Camino un par de pasos más, llegando casi a la mitad del local, cuando de repente a sus espaldas se escuchó un estruendo, de la cortina metálica al ser cerrada, de inmediato el local se oscureció, ya que el reflector no estaba diseñado para alumbrar una habitación, solamente servía para deslumbrar.
Era el encargado de la desponchadora, Toribio, un ...
... hombre que rondaba los 45 años, de aspecto desagradable, ya que sus vestimentas estaban llenas de caucho de las llantas (con su respectivo olor) y aunque es un trabajo que requiere cierta actividad física, no era musculoso, por el contrario acusaba una barriga que sobresalía por encima del cinturón.
Cargando en un brazo un six pack de cerveza (probablemente la causante del abdomen) y un caminado que lo acusaba de llevar ya al menos un par de six packs en el estómago, vio la silueta de la señora Elda, la cual al recibir de lleno la iluminación del reflector, haciendo que la holgada camisa se transparentara, dejando ver solo la forma del cuerpo, que sin ser espectacular ni mucho menos, pero se veía una cintura delgada, con unas caderas de buen tamaño, unos muslos torneados y unas pantorrillas que con los zapatos de plataforma lucían de manera espectacular.
De inmediato la señora Elda volteo hacia la salida, repitiendo el saludo – buenas tardes –a lo que esta vez tuvo respuesta:
T: Buenas tardes mamacita, pero que linda mujercita me apareció en mi negocio.
De inmediato la señora Elda repitió el mismo discurso que había dado en todos los lugares en donde había estado recolectando anteriormente, mientras el señor Toribio se acercaba poco a poco a ella, sin dejar de admirar la silueta provocada por la luz del reflector.
T: Así que ahora mandan estos ángeles a hacer las colectas, cada vez tiene mejores ideas la Iglesia.
La señora Elda, visiblemente nerviosa trataba de ...