Sobreprotegiendo a mi sobrino
Fecha: 10/12/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos
... haciendo que me ruborizara.
Y: —Lo único increíble aquí es tu verga —le respondí con sinceridad. Él sonrió.
C: —Dime tu número —me ordena, sacando su teléfono del bolsillo del pantalón que se quitó unos momentos atrás.
Sin perder tiempo comencé a enumerarle los dígitos uno por uno, con una enorme sonrisa en el rostro.
C: —Te llamaré cuando quiera cogerme, este maravilloso cuerpo de puta que tienes.
No puedo evitar pensar en lo mucho que me gustaría que me llamara todos los días.
C: —Mejor vete. Llevamos mucho tiempo cogiendo, mis padres podrían regresar.
En esos momentos la realidad me golpea, recuerdo que tengo que regresar a casa para preparar la cena. Me levanté con rapidez, recogiendo mi ropa del suelo y comenzando a vestirme, sin siquiera preocuparme por limpiar el semen de mi cuerpo.
Y: —Entonces…, no vas a decirle a nadie sobre esto, ¿verdad? — temerosa de que le contara a Felipe.
C: —Soy una tumba — le creí, pues vi sinceridad en su mirada.
Yo sonreí, sentí unas ganas enormes de darle un beso, esta vez uno de verdad. Pero me contuve, sentí que eso sería demasiado.
En un acto de caballerosidad, Cristian me acompañó hasta la puerta, por supuesto, sin separar la mano de mi trasero en ningún momento. Cuando llegamos a la puerta, sentí un arrebato de tristeza y de nostalgia.
Sé que ...
... fue una tontería, pero no quería irme, siempre es difícil renunciar al placer.
C: —Te llamaré pronto — abriendo la puerta, como si leyera mi mente, lo cual me sorprendió —. Y sobre tu sobrino… supongo que puedo moderarme un poco con él. Pero si vuelve a comportarse como un pendejo, no me contendré.
Asentí, tomando nota de que debía hablar con Felipe.
Tras esto, sonreí y me despedí de él. Subí a mi auto y limpié el semen de mi rostro con unas toallas húmedas que siempre cargo y conduje a casa.
Por suerte, Mi Mor no había regresado y las Bendiciones estaban en sus habitaciones, así que no tuve que dar cuentas a nadie. Corrí a bañarme, no sin antes probar por fin el semen de mi pecho, el cual ya estaba completamente frio, pero fue como un manjar en mi boca, y me hizo sonreír…
Desde ese día, Felipe regreso a casa con menos moratones y golpes, incluso se volvió un poco más comprensivo, gracias al peor regaño que le he dado en su vida, comprendió que había actuado mal en la escuela, a postre consiguió una beca al extranjero, donde ahora vive, así que dejo de ser una preocupación para mí.
Y por mi parte…, el resto de las semanas que vivió Felipe con nosotros, recibí varias llamadas y mensajes, Él cumplió la promesa de no golpear tanto a Felipe, así que por supuesto, yo cumplí con la mía, con mucho gusto.
FIN