¡Hijo, me tienes harta!
Fecha: 11/12/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos
... tomaba muy en serio. Tenía un rostro plano, mientras su pelo, de forma graciosa, apuntaba en picos hacia miles de lados, contrastaba con lo que estaría pensando.
María se tiró en la cama, después de pasar por la cocina y no responder a las preguntas de su marido sobre lo que pasaba. Tampoco indagó mucho más, se quedó a un lado de la conversación como siempre hacía, no quería recibir también un grito como su hijo.
Miró el móvil con calma, sin ningún objetivo en particular, al tiempo que reflexionaba sobre cómo hacer cambiar el parecer a su pequeño. Lo de la porra había calado en él, solo unos días, pero bueno, había sido un inicio.
¿Qué podía hacer para que Javi siguiera con la buena actitud durante más tiempo? Rebuscó en su cerebro, pero no se le ocurría más que decirle que le iba a esposar. Una tontería y según lo que le decía su lógica, el efecto sería tan breve como el de la porra.
Siguió oteando el móvil, alguna que otra amiga la había escrito en el grupo de yoga, pero no la hizo mucho caso. Sin embargo, viendo ese grupo, una idea rocambolesca colocada por la gracia del universo le apareció en la mente.
Era demasiado atrevida, no obstante, podría suponer tal shock para su hijo que igual cambiaba para un año entero o… para siempre. La idea había nacido después de pensar que tenía que comprar otro pantalón de yoga, el que tenía estaba viejo y alguna que otra mancha de a saber qué, no desaparecía.
Debía comprarse uno nuevo, no obstante, la última vez no ...
... encontró ninguno de color negro, solo de colores llamativos. Lo que dijo en aquel momento, mientras se dirigía a pagarlo, es que parecería que estaba disfrazada de payasa. Todavía tirada en la cama, una frase hizo acto de presencia en su cabeza, alumbrada con luces de neón para darle muchísimo más énfasis. “Como si fuera disfrazada”.
Fue con eso último que apareció una imagen muy nítida de ella. Estaba detrás de Javi, mientras este estudiaba sentado de manera afanosa en su escritorio, casi como un reo picando piedras en el patio.
Ella tenía una porra en una mano que mecía hasta golpear la otra de forma amenazante. Aunque no era solo eso, vestía un uniforme policial, uno intimidante que no permitía a Javier ni siquiera virar el cuello para mirarla.
La imagen de su hijo estudiando día y noche por miedo a las represalias abordó su mente como un germen que lo infectó todo. La idea estaba en marcha, exclusivamente tenía que comprobar que no era tan descabellada. Lo haría a la mañana, mientras su marido no estaba y si Javi se reía solo tenía que decirle que sabía que se masturbaba con policías. Con aquel argumento tan directo ganaría cualquier discusión y haría cerrar la boca a su pequeño.
Navegó un poco por internet, todos los disfraces que encontraba eran… demasiado subidos de todo y unos cuantos, excesivamente provocativos. María no tenía mal cuerpo, pero una cosa era vestirse de policía y otra de policía “sexy” como rezaba un anuncio.
Lo que tenía en mente era un ...