¡Hijo, me tienes harta!
Fecha: 11/12/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos
... pensando en que solo a una pared de distancia, Javi dormía plácidamente, ajeno a que su madre, se había masturbado como una posesa. El orgasmo había sido glorioso y, momentáneamente, su ardor le dio una leve tregua.
Salió al pasillo, parándose en la puerta del joven, donde miró dentro, pudiendo observar en la oscuridad, como su pequeño descansaba sin saber quién le observaba. Por algún motivo, María se lamió los labios, para después morderse el inferior y resoplar lo más bajo que pudo. Quería vestirse, quería volver a ser la autoridad, pero… hoy no podía ser.
Volvió a su cama con su marido, que ya volvía a roncar mientras ella se quitaba la braga y dormía únicamente con el pantaloncito del pijama. Ahora se sentía mucho mejor, pero sabía que a la mañana… en unas horas, el fuego volvería a quemarla y no estaría su marido para sofocarlo. Quizás de ese modo… fuera mejor.
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María se despertó algo más tarde de lo normal, eran cerca de las ocho y escuchó como alguien se preparaba en el cuarto de al lado. Se levantó con gesto liviano, el cargamento de líquido que soltó unas horas atrás parecía que pesara infinidad de kilos.
Fue donde su hijo, para ver que estaba haciendo. Esta vez no espió desde fuera, tocó y sin escuchar el permiso, entró dentro.
—Javi, ¿qué haces levantado tan pronto? —la duda era más que razonable, esas no eran horas del “típico Javi”.
—Marcho, mamá, así voy con tiempo al examen —María echó la cabeza hacia atrás golpeada por la ...
... sorpresa.
—¡Qué bien, cariño! ¿Quieres que te haga el desayuno?
—No, no, ya desayuné. —le dirigió una sonrisa tierna mientras su madre seguía tan sorprendida por semejante cambio— Marcho ya, lo siento, es que voy con prisa. Quiero repasar un poco allí.
—Ah… pues… —no sabía qué decir y mejor de esa forma— Vale, cariño.
El joven se fue con paso rápido, pasando al lado de su madre y dándola un beso en la mejilla que María recibió con mucho afecto. Se palpó esa zona con la mano, sintiendo el calor que Javier había producido y miró como escapaba por el pasillo.
Escuchando el golpe de la puerta al cerrarse, se fue de forma incrédula a la cocina. El café le sentó de maravilla y su cuerpo se activó después del shock de ver a su hijo siendo tan responsable. Cogió el móvil, todavía no eran las nueve, faltaban veinte minutos y le mandó un mensaje a Javi.
—Según salgas, cuéntame qué tal el examen.
No obtuvo respuesta, porque su hijo estaba estudiando en uno de los bancos de la universidad, repasando los últimos puntos antes de entrar… ¡Quién lo diría…!
Manu se fue a trabajar y María quedó sola en casa, con el móvil en la mano, esperando la respuesta de su hijo. El tiempo pasaba despacio, con unas ganas incontrolables de que su pequeño acabase y la dijera que todo había salido de maravilla. Al final, el móvil vibró en la mesa haciendo que María diera un pequeño brinco por la sorpresa, estaba de los nervios.
—¡De maravilla el examen! Creo que voy a rondar el nueve seguro. ...