1. Aventuras y desventuras húmedas. Tercera Etapa (5)


    Fecha: 12/12/2024, Categorías: Incesto Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos

    El teatro era magnífico, una obra que no pasó de largo para el asombro de los dos. Entraron pronto, eran cerca de las siete y el lugar estaba a la mitad del aforo. Con calma buscaron los baños, ambos hicieron sus necesidades para estar vacíos por si la llamada de la naturaleza aparecía en medio de la función.
    
    Mari se había quedado demasiado alterada con el beso del ascensor, viendo a su hijo tan guapo y luego… aquella frase. Era evidente lo que le ocurría y cuando se sentó en el inodoro lo corroboró, viendo que su ropa interior estaba relativamente húmeda.
    
    Con un poco de papel, limpió la zona, impidiendo que el goteo constante que tenía se convirtiera en una fuga realmente molesta, no quería que se le “rompieran las cañerías”. Su hijo tampoco andaba muy cómodo, el pene erecto le comenzaba a molestar y gracias a sacársela y vaciar su vejiga, pudo colocarla de mejor manera. Así al menos no se escaparía por debajo de su calzoncillo dejando un reguero de fluidos por su muslo.
    
    Se volvieron a juntar antes de entrar a la gran sala y esta vez, sin darse la mano, solamente uno al lado del otro, caminaron hasta sus butacas.
    
    —Una pena que no haya palomitas —bromeó Sergio una vez que encontraron sus asientos.
    
    —¡Calla, anda! Que si te escucha alguien van a pensar que somos unos paletos.
    
    —Oye, que seremos de los que mejor vestimos. —Mari miró hacia atrás comprobando que la gente vestía de manera formal, aunque tampoco de gala.
    
    —Me había imaginado otra cosa viniendo al ...
    ... teatro…
    
    —Ahora sí que vamos a parecer unos paletos. —rio Sergio mirando su camisa y chaqueta.
    
    Su madre le dio un leve golpe en el brazo a la par que le sonreía y posaba su cabeza en la butaca roja.
    
    —Yo creo que estás guapísimo.
    
    Las luces se comenzaron a apagar y los dos quedaron sumidos en una parcial oscuridad que de nuevo les proporcionaba la intimidad que les encantaba. Sergio la aprovechó y colocó su mano para sujetar la de su madre de nuevo, era su juego y les fascinaba. Siempre que tenían un momento de privacidad decidían soltar un poco de lo que tenían guardado.
    
    El dedo índice comenzó a acariciar la mano de su madre, recorriendo con la yema el dedo corazón, para llegar hasta el final donde una uña de color rosa la coronaba. Mari sintió un calambrazo que hizo que se tuviera que acomodar en la butaca. Pasó la mano libre por su nuca, los pelos se le habían puesto de punta y necesitaba calmarse, pero… tenía que acabar con aquello, la iba a matar.
    
    Un ruido sonó en el escenario y Mari con un rápido movimiento cogió la mano de su hijo, juntándolas de nuevo como hicieran tiempo atrás en su visita al cine. Sintió como Sergio se acercaba, como su cabeza estaba al ras de la suya. Estiró un poco el cuello, mientras su aliento recorría su piel y Mari cerraba los ojos sin poder retener nada.
    
    —Tú… —la voz sonó melosa, acaramelada. Un sonoro orgasmo explotando en su oído que culminó cuando Sergio añadió— sí que estás guapísima.
    
    La música comenzó y con ello la ...
«1234...8»