Aventuras y desventuras húmedas. Tercera Etapa (5)
Fecha: 12/12/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos
... función, aunque ese momento Mari se lo perdió, ya que había girado la cabeza al escuchar aquello para que su hijo no viera como suspiraba de placer. Pasó una pierna por encima de otra, tapando su sexo del que emergía calor como de una chimenea. El roce de sus labios más íntimos la hizo sentir un escalofrío en su interior, uno que… sabía que solo una persona podría aplacar y… no era su marido.
La duración de la función daba lo mismo. Las casi tres horas que pasaron dentro se les hicieron cortas y en ningún momento separaron sus manos, ni siquiera cuando estas empezaron a sudar.
Cuando la luz se volvió a encender, volvieron a separarlas, también por la necesidad de usarlas para levantarse y maniobrar. Les había encantado, había sido un gran acierto venir y cada euro invertido en la entrada y en el hotel había merecido la pena. Ambos esperaron a que la sala se fuera desalojando, no tenían prisa, eran las diez de la noche y solo les quedaba cenar y… ¿Dormir?
En las afueras del teatro no pararon de comentar la función, a Sergio le había gustado, pero Mari… estaba a otro nivel. No paró de elogiar los vestuarios, los diseños… en resumen, cada cosa que vio sobre el escenario le pareció magnifica.
Al joven le había gustado, sin embargo, con su madre al lado, paseando con aquella vestimenta tan propicia para ella y con una cara sonriente mientas sus ojos irradiaban felicidad, eso era lo que realmente le gustaba.
Entraron al hotel con dirección al restaurante que ya ...
... estaba lleno de huéspedes. No hizo falta separarse, esta vez no iban agarrados de la mano, aunque Raquel no estaba, la nueva recepcionista podría saber su parentesco familiar y eso era un riesgo que nunca correrían.
Se sentaron en la misma mesa donde habían comido. El lugar se había vuelto más íntimo, más cálido. Unas cuantas luces tenues acompañaban a una melodía lenta que invitaba al cortejo, era el hotel ideal para los planes de ambos.
Dejaron sus cosas y los dos se levantaron para comenzar con la cena. Sergio lo hizo de forma veloz, fue a por lo primero que pilló, un plato de pasta que no era muy recomendable para la cena, sin embargo, con este en la mano volvió rápido a la mesa.
Mari también tenía prisa, la inquietaba no estar con su hijo. La llamada hacia su lado era tan potente que agarrando un plato de ensalada se encaminó con la vista fija en su mesa. Su hijo se sentó dejando la chaqueta en la silla y con la camisa que tan bien le quedaba a la vista. La mujer separó la silla de la mesa y se sentó en ella sin quitar los ojos de su hijo, estaba rompedor. Aunque ella, ahora solo con el jersey, no se quedaba atrás.
Ambos habían vuelto de lo más rápido, no podían estar separados, sus mentes no lo concebían. Cada vez estaban más cerca y mientras pensaban qué decir, miradas y sonrisas nerviosas se intercambiaban.
—¡Qué maravilla de espectáculo! Había oído que era bueno, pero no me esperaba tanto. —Sergio comenzó la conversación sin levantar la vista del ...