1. Mi Uber mejor calificado


    Fecha: 13/12/2024, Categorías: Hetero Autor: DAMECANDELA, Fuente: CuentoRelatos

    ... segundos, lo cual lograba ponerme nerviosa. Me gustaba que me mirara, porque no lo hacía como esos tipos que te miran las tetas de manera desagradable. Él me miraba a la cara con un gesto de interés, como si me estuviera leyendo.
    
    Por dentro empecé a fantasear con él, y de a poco me empecé a calentar. Cuando me di cuenta de eso me dio mucha vergüenza y traté de disimularlo. Sin embargo, seguí pensando en él, en cómo sería besarlo o tocarlo, y la idea comenzó a escalar y escalar. Mis piernas se habían abierto levemente y trataba de frotarme por encima de mi ropa interior, muy despacio para que Ignacio no lo notara. Él seguía mirándome cada tanto a la cara, y eso aumentaba mi morbo.
    
    Los minutos pasaban, y yo cada vez me frotaba con más ímpetu, y supongo que mi cara o mis movimientos me deben haber delatado. En un momento supe que el conductor se había dado cuenta y tuve mucho miedo de haberlo incomodado, ya que realmente me parecía una persona muy agradable y no me gustaba la idea de acosarlo. Frené por completo mi impulso de continuar, retiré mi mano y cerré mis piernas.
    
    -Te inhibí? Me gustaba mucho lo que estabas haciendo. -me dijo con una sonrisa entre seductora y burlona.
    
    -Qué cosa? -dije creyendo ingenuamente que podría no haberse dado cuenta.
    
    -Te estabas tocando, y yo me estaba ilusionando con que lo hacías pensando en mí.
    
    Se hizo un silencio que duró unos cuantos segundos, mientras yo pensaba qué responder. ¿Qué estaría pensando de mí? ¿Que soy una ...
    ... loca? ¿Una acosadora? ¿Que siempre me toco delante de desconocidos? Jamás en la vida había hecho eso. ¿Estaría perdiendo la cordura lentamente?
    
    -Sinceramente me estoy muriendo de vergüenza. Pero sí, estaba pensando en vos. No quería que me vieras, la verdad.
    
    -Me encantaría que sigas. Tu nombre es Candela, no? -me dijo mirándome a los ojos de una manera tan profunda que me costaba mucho sostener la mirada.
    
    -Candela, sí. Que siga?
    
    -Que te sigas tocando. Me gusta mirarte.
    
    -No vamos a chocar si sigo? -le dije con una risa nerviosa.
    
    -Mirá cómo va el tránsito… Estamos prácticamente quietos.
    
    Le sonreí y volví a abrir muy levemente mis piernas. Me daba mucho pudor estar tocándome a plena luz del día, en un Uber, con un desconocido y siendo completamente consciente de que me están mirando. Pero apenas me miró fijo como desafiándome, algo se encendió adentro mío. Quería verlo calentarse. Verlo sufrir por no poder tocarme.
    
    Empecé a acariciarme muy lentamente la entrepierna por encima del vestido, sin dejar de mirarlo en ningún momento. Noté que mi respiración empezaba a hacerse más sonora y profunda, y noté también que Ignacio bajó el volumen de la música para escucharla. Subí un poco mi vestido para dejar que viera mi tanga negra de encaje, y seguí tocándome por encima de ella, pero aumentando un poco la presión. El conductor me miraba como hipnotizado. Por momentos manejaba y quitaba la vista de mí, lo cual me excitaba el doble. Luego volvía a mirarme como si no ...
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