Ainhoa, la policía local (II)
Fecha: 13/12/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: fernandobcn, Fuente: CuentoRelatos
... camas. Zona a la que me dirigía con mi pene como un mástil. Nos situamos cerca de la pareja, que disfrutaba de su exhibición ante los demás.
Aunque me daba vergüenza sentirme observado por otros mientras estaba allí con Ainhoa, intenté no pensar mucho en ello y me dejé llevar.
Nos tumbamos en la cama. Ainhoa en posición horizontal, yo al lado de ella. Comencé a besarle los pechos y sus deliciosos pezones erectos, mientras con la mano le masajeaba la vulva y sus labios externos, notando ya la humedad que comenzaba a emanar del interior de su sexo. Se dejaba hacer, en un papel más sumiso del que imaginaba. Tumbada como estaba, cogió mi duro miembro con su mano, desplazándola suavemente a lo largo de él, agarrándolo y masajeándolo muy suavemente, mientras miraba a Roberto y Ana María, sentados en el sofá, acariciándose y mirándonos.
La desplacé sobre sí misma, colocándola en posición lateral en dirección a Roberto y Ana María, pegándome a su cuerpo. De espaldas a mí, comencé a masajear suavemente sus pechos e introduje mi pene en su entrepierna, restregándolo por sus labios externos, mientras estos se abrían y lo recogían, besándolo a lo largo de su tronco. Con su mano, tocaba mi glande, apretándolo contra su clítoris. Su cuerpo comenzó a estremecerse.
En ese momento, se levantaron Roberto y Ana María. Se dirigieron hacia nosotros, sentándose a nuestro lado. Roberto al lado de la cara de Ainhoa, con su enorme y tieso pene a escasos centímetros de su cara y Ana María ...
... al lado de mi culo. Roberto acarició suavemente a Ainhoa, sobre su hombro, como pidiéndole permiso, y Ana María también tocó mi culo. Entendieron que podían pasar a la acción.
Ainhoa, comenzó a besar su oscuro capullo, mientras con sus manos recogía sus huevos. Introduciéndose, después, su enorme tronco en su boca, que apenas podía recoger la mitad del mismo.
Ana María, desplazando su mano por mi culo, bajó hasta la parte posterior de mis huevos, acariciándolos y desplazando su mano a lo largo de mi pene, palpando, a la vez, los labios externos de la vulva de Ainhoa y parte de su mano, que seguía frotando mi pene contra su clítoris.
Ainhoa se movió de su posición, desencajándose de mí, dejando un momento de lamer el pene de Roberto. Se puso de rodillas, frente a él, besándolo con lascivia, mientras con su mano comenzó a masturbarlo.
Ana María, de rodillas y sentada sobre sus talones, me giró de la posición lateral, colocándome tumbado hacia arriba. Comenzó a chupar mi pene, introduciéndoselo todo él, en su cálida boca. Sus grandes pechos se balanceaban al son de su movimiento succionador.
Ainhoa, sacó un preservativo de su funda, se lo colocó ligeramente en la punta del glande de Roberto e introduciendo su boca en él, lo empujó a lo largo de todo su tronco, hasta el final. Quedando totalmente enfundado. Luego, se dio la vuelta y se quedó a cuatro patas, mostrándole su sexo húmedo entreabierto. Él, cogiéndose su pene, se lo introdujo por detrás con fuerza, con ...