Solas o en compañía
Fecha: 13/12/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos
... y un olor a semen y flujo vaginal envolvía el salón, mientras los chicos se sentaban en el sofá Liz y yo nos pusimos de pie, con los muslos regados de semen nos dimos de la mano y nos besamos, nos miramos a los ojos y como si supiéramos que íbamos a decir nos dirigimos a la planta de arriba, al dormitorio dejándoles un recado a los dos.
“El primero que suba nos tendrá solo para él, sí quiere, también nos puede compartir, si quiere”
Dicho esto subimos las escaleras riendo como dos niñas tontas y nos tumbamos en la cama una enfrente de otra acariciando nuestros pechos y preguntándonos que tal nos habían follado, tanto Mario como Erick, realmente yo no podía decir nada malo, había sido realmente impresionante, desde que empezó hasta el final había sido un ir y no parar de sensaciones increíbles, así como Mario con ella, digamos que nuestros chicos habían cumplido y les dábamos más que notable alto a los dos y el sobresaliente estaba por venir. En eso estábamos las dos entre risas y besos cuando los dos y de forma casi militar entraban por la puerta, nos miraban recelosos de lo que estábamos hablando y mientras se arrodillaban en la cama cociéndonos de los tobillos y tirando hacia ellos a la vez que nos abrían las piernas nos interrogaban a las dos a la vez.
“Tenéis ganas de jugar, verdad”
“Mira que sois putillas las dos”
“Nosotros os vamos a dar más rabo, por eso no os preocupéis de que hay para las dos”
“Vais a gritar como locas ahora, mañana os va a ...
... doler hasta el coño de los zorritas que estáis”
“A ver quien lo tiene más mojado, a ver quien es la primera”
De la palabra, pasaron a la acción, nuevamente con parejas cambiadas, nuevamente sentía la polla de Erick entrar dentro de mí, pero esta vez los dos parecían haber hablado abajo, porque si uno nos la metía con muestras piernas en sus hombros, el otro igual, cuando uno nos ponía en plan perrita, el otro también, lo hacíamos todo simétricamente, tanto es así que Liz y yo nos corrimos a la vez dos veces, la última mientras nos penetraban por detrás con nuestro culo en pompa, nuestras manos unidas apretándose con fuerza mientras nuestros labios se dejaban de besar para gemirnos y gritarnos echándonos el aliento de uno de los orgasmos más deliciosos que yo particularmente he tenido y que Erick me estaba regalando y una vez más nuestros coños rebosantes de semen al correrse los dos tan dentro de nosotras que realmente sentimos esas descargas tan abundantes, a tanta velocidad que atravesaron nuestros úteros.
¿Barbacoa?, la barbacoa podía esperar al día siguiente aun con las bolsas de la carne en el pasillo sin que ninguno se acordara de ellas. Terminamos la sesión a no menos de las cinco de la mañana, que decir que el resto del viaje seguimos follados los cuatro, que decir que tanto Mario como Erick entraba y salían de nosotras a discreción, tanto con una como con otra, el viaje tocaba a su fin, Lizbeth y yo nos hicimos casi inseparables, aún seguimos hablando y ...