1. A mi mujer le gustaron las katanas


    Fecha: 18/12/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos

    ... desde el vaporoso interior emergió María Eugenia, el cabello mojado, descalza y malamente cubierta por una alba toalla, con felinos ademanes encaminó sus pasos hacia donde me encontraba, mirándola con la boca abierta.
    
    María Eugenia: -con la voz de alguien que no se siente ni sorprendido ni cohibido.- Hola Claudio… qué rico huele…
    
    Yo: hola María Eugenia… toma asiento… te comparto, porque siempre boto cuando me deja comida la Javi…
    
    María Eugenia: Gracias… si quiero… -dijo sentándose en la silla junto a la mía. Una vez acomodada, desde donde me encontraba podía notar que su coño estaba al aire y sus dos pezones a punto de escapar de su frágil prisión.- te molesta que me siente a la mesa en esta facha???
    
    Yo: la verdad no…
    
    María Eugenia: lo que pasa es que la ropa con la que llegué está mojada por una torpeza de mi parte y la que voy a usar en la noche tiene para estar en la secadora una hora más…
    
    Yo: tranquila, prima… molestia no es lo que siento, así que puedes comer en paz…
    
    María Eugenia: jejeje… siempre tan sutil…
    
    Comimos en afable conversación al amparo de un delicioso Carmenare. Los temas fueron los típicos: el trabajo, las relaciones, su reciente quiebre y las ganas que tenía de venganza, el mundo y por supuesto el sexo. Mediaba la segunda botella cuando de pronto y tras dibujarse una indescifrable sonrisa en su rostro, espetó,
    
    María Eugenia: tienes algo dulce para el postre…
    
    Yo: -luego de casi un minuto hurgueteando el freezer y la alacena, ...
    ... del primero extraje un envase de crema chantilly de esos que se aprieta una esquina y por un tubito por presión sale la crema.- solo tengo esto… ni un mísero tarro de duraznos hay…
    
    María Eugenia: -tomando su celular y pasándomelo.- me ayudas???
    
    Yo: claro, pero para qué necesitas ayuda?
    
    María Eugenia: confío en ti… sácame fotos con tu celular y con el mío filmas la sesión… quiero que el pelota del Saúl vea lo que se perdió para siempre…
    
    Yo: si realmente quieres hacer esto… hagámoslo bien, entonces!!! Dame un minuto. –en menos tiempo, entré y salí. En las manos, un casco de bicicleta, con una cámara adosada a su parte superior, de alta definición y dolby. Dejé el celular de ella grabando, ubicado estratégicamente.- Ahora sí… qué tienes en mente… wow… ¿ok?
    
    Sin preámbulos ni pudor, María Eugenia, dejó al descubierto, de una sola vez, su firme, curvilíneo y voluptuoso cuerpo, pues, en 170 centímetros de altura, se repartían juiciosamente las medidas 95-60-100, sostenidas en contoneadas y extensas extremidades inferiores y dos finos, delicados y proporcionados pies. Rubia de almendrados ojos casi negros, aguileña nariz, generosa boca, rodeada por gruesos y perfectamente formados labios.
    
    Un rostro adusto, pero apuesto, descansaba sobre un delicado cuello y estrechos y femeninos hombros. Éstos precedían a un par de senos de antología. Proporcionadamente grandes y de perfectas y naturales formas, eran coronados por dos breves y rosadas aureolas, rematadas por sendos y ...
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