1. Pigmalión


    Fecha: 22/12/2024, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tampoco.
    
    -Joder.
    
    -Pero espera. La cita de mañana la verdad que no me apetece mucho. Llámame en cinco minutos, ¿Vale?
    
    -Vale
    
    Esperó los cinco minutos y le volvió a llamar.
    
    -Arreglado. La llamé y le dije que me había surgido algo. Cambié el día. Mañana estoy libre para ti.
    
    -Oh, gracias John.
    
    -De nada, preciosa. Nos vemos mañana.
    
    La clienta a la que John había llamado era un mujer sobre los 45. Clienta habitual. Pero que últimamente se había vuelto un poco pesada. Prefería estar con Alba. Era simpática y se lo pasaba bien en la cama con ella. Le encantaba su frescura, su inocencia, su inexperiencia. Además. desde siempre, sentía predilección por las pelirrojas.
    
    A la hora acordada, John fue a la casa de Alba. Ella lo esperaba y lo recibió con un beso. Se abrazaron y John le restregó la polla, ya dura, por la barriga. Ella llevó una mano hacia la dureza y la agarró.
    
    -Ummm, cómo me gusta tu polla, John.
    
    -A ella le gustas mucho, Alba.
    
    Fueron a la cama. Allí él la desnudó y le lamió todo el cuerpo. Le comió el coño maravillosamente, arrancándole varios orgasmos. Le gustaba comerse aquel coñito. Reaccionaba a su lengua y no dejaba ni un momento de manar jugos.
    
    Después la besó, haciéndola probar su propio sabor de sus labios. Alba llevó una mano a la polla. Aún se sorprendía de lo dura que la tenía.
    
    -Qué dura tienes la polla, John. ¿Te la pongo yo así?
    
    -Claro que me la pones así. No veas las ganas que tengo de follarte.
    
    -Ummmm y ...
    ... yo...pero...antes... ¿Me enseñas a chupártela?
    
    -Así que quieres chuparme la polla.
    
    -Ujum...
    
    -Bien, te enseñaré.
    
    La hizo poner de rodillas junto a la cama. Le puso debajo un cojín debajo para que estuviera cómoda. Él se sentó al borde de la cama, con ella entre sus piernas. Ante Alba quedó la linda polla, apuntando al techo.
    
    -Bien, Alba. Chupar un polla no es sólo metérsela en la boca y ya está. Los hombres somos muy visuales. Nos gusta mirar. Nos gusta que la mujer que nos está comiendo la polla nos mire.
    
    -Entiendo.
    
    -Úsalo todo. Usa tu cara. Acaricia tu cara con la polla. Dale besitos. Dale lamiditas. Chupa el tronco. Y cuando te la metas en la boca, sobre, aspira. Con la lengua acaricia. Ayúdate de la mano. Y mira las reacciones del hombre. Sabrás lo que más le gusta por como gime.
    
    -Uf, cuantas cosas. Lo intentaré.
    
    -Jajaja. Bueno, hacer mamadas es algo que se aprende con la práctica.
    
    -Pues entonces, empecemos.
    
    No hizo falta que John le hiciese más indicaciones. Alba hizo todo lo que él le había dicho. Se pasó la polla por la cara, mirándole a los ojos. Le dio besos por todas partes. La lamió y la chupó. Cuando se la metió en la boca, enroscó su lengua alrededor antes de empezar a subir y bajar su cabeza. La agarraba con las dos manos por la base.
    
    John gemía. De placer. No era la mejor mamada que había recibido, pero era una mamada muy placentera. Le encantaba ver su polla sobre la linda cara de Alba. Y como ella lo miraba. Como se esmeraba en ...
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