Relájate y disfruta
Fecha: 24/12/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos
... su sádica sonrisa y caliente mirada.
Soy una amante de ver el atardecer y cada vez que salgo temprano de la oficina me doy el gusto de verlo desde casa, por eso salí con café y galletas en mano me dirijo al jardín de nuestra casa, camine por el pórtico trasero pasando de largo por las columnas de madera que lo sostienen escuche el crujir de la madera bajo mis pies al bajar los cuatro escalones que dividen la casa de la naturaleza, fui más allá del refugio y la calidez de la madera y seguí por el sendero de piedra hasta llegar junto al nogal en el centro del lugar. Sentí una sensación de libertad al notar como algunas hojas se quebraron bajo mis pies, es un pequeño placer que no sé si la mayoría tenga.
A esta altura del año, son muchos los árboles que ya comenzaron a soltar sus hojas (contuve el impulso de quitarme el calzado e ir sintiendo las texturas con mis pies descalzos), hay miles de ellas tiradas por el verde césped que contrasta con los tonos ocre, naranja y amarillo de los árboles que se preparan para el crudo invierno y guardan sus energías lo más que pueden para la siguiente primavera y floración.
El clima ha cambiado ya se siente el cambio de estación, el aire es más frío así que tomé la manta y me senté en mi pequeño refugio cobijando mis pies bajo la sombra del árbol, me encanta este lugar es mi sitio donde todo está bien, aquí soy libre de todos y de todo.
La hermosa vista de los árboles más abajo en la cañada me relaja, siempre hay aves en el cielo ...
... pero en un buen día puedo ver águilas en todo su esplendor solo planeando con sus largas alas extendidas al viento quietas ahí arriba como si estuvieran fijas o mirando a la pequeña mujer que las observa desde el suelo, hay ocasiones en que algún venado camina cerca del límite de la línea de árboles.
Más abajo está el lago que da nombre a la comunidad un lago hermoso y de gran tamaño es el segundo en capacidad de todo el estado, su cercanía con la ciudad lo hace muy popular los fines de semana y eso mueve la economía del pequeño pueblo donde vivo, todo el conjunto es mágico, siempre soñé con vivir en un lugar así y aquí estoy viviendo el sueño.
El aroma a café me trajo a la realidad, él y un par de galletas de avena fueron la compañía perfecta.
Hoy no apareció en el cielo ninguna de esas aves majestuosas, tal vez ya también estén haciendo planes para afrontar el inminente invierno, pero me ha regalado un festival de colores rojos, naranjas y rosas hasta convertirse en ese azul casi negro lleno de puntos blancos es un privilegio vivir en el campo, sin tantas luces de la ciudad se pueden apreciar las estrellas de una forma que es imposible en la urbe.
Hoy había un par de nubes juguetonas que se fusionaron en una danza de colores, fue como si hicieran el amor entre ellas con el lago de testigo y vestido de los mismos colores que las nubes amantes.
Estoy tan absorta que no sé cuánto tiempo tiene Josef parado en el umbral del pórtico mirándome, no parece tener frío ...