1. Conversaciones con la criada (Capítulo I)


    Fecha: 25/12/2024, Categorías: Confesiones Autor: Caaquivana, Fuente: CuentoRelatos

    ... ciega.
    
    -No se enoje señora, le juro por la virgencita de Guadalupe que no, si no me cree, tal vez deba renunciar.
    
    -A ver, a ver, si renuncias más voy a pensar que algo no está bien y eso si me va a re encanijar.
    
    -Señora me da pena, no me subí al carro del patrón, me subí al carro del ingeniero Ramiro, el algunas veces pasa por mí y me lleva a mi casa.
    
    -A ver, hablemos claro ¿eres amante del ingeniero Ramiro?
    
    -Si, desde hace mucho, sé que no está bien, él es casado y yo también, pero no lo puedo dejar, estoy enferma, sin él no sé qué haría, yo creo que me mataría sniif, sniif.
    
    -Tranquila, vamos a servirnos un tequilita para que te calmes, a ver, salud, ¿otro? Bien, salud, ¿ya estas más tranquila?
    
    -Si señora gracias, pero deme otro trago por favor, acompáñeme con uno más tan siquiera.
    
    -¿De verdad sientes que no puedes vivir sin él? ¿tanto así? No es feo, pero no es para tanto.
    
    -Ay señora coge bien rico, tiene un pitote, con muchas venotas y con una cabezota, y es muy tardadito el cabrón, de veras si un día ya no me quiere coger, yo creo que si me mato.
    
    Me tomo por sorpresa su contestación, sé que los tequilas le aflojaron la lengua, pero se veía que necesitaba desahogarse con alguien, seguimos tomando, yo ya estaba tranquila, el hombre de mi vida, mi amorcito, no era un patán y no me había faltado al respeto, pero mi curiosidad ya estaba en su punto más alto.
    
    -¿Desde cuándo andas con él? Qué tontería eso de matarte si te deja, ¿pues como ...
    ... comenzaron esa relación? ¿Qué paso?
    
    -Tenemos seis años, no, no, siete; yo duré trabajando en su casa nueve años, uno más que estuve en la iglesia del santo nombre ayudando en todo y cobrando bien poco, pinche padre, bueno son diez años que lo conozco.
    
    -Sí, pero ya tienen mucho, eso ya no es un juego.
    
    -Todo comenzó como un jueguito, indirectas, palabras de doble sentido, bromas pasadas de tueste, paso lo que tenía que pasar.
    
    -¿Cómo que tenía que pasar?
    
    -Si, desde que entre a su casa me gusto un chingo, tiene mucha personalidad, habla bien bonito y es ingeniero, no fue luego luego, ocurrió a los dos años de trabajar con ellos, los viernes de cada tres semanas me tocaba limpiar su estudio, ahí hay una mesa de centro bajita y dos sillones, uno para tres gentes y el otro para dos, pegado a la pared esta un librerote, con puertas de madera abajo y de cristal grueso arriba, algunos días el ingeniero regresaba a su casa por la mañana a descansar.
    
    -¿No estaba la esposa?
    
    -No ella trabaja toda la mañana, es maestra de primaria y bien chambeadora.
    
    -¿Y luego que paso?
    
    -Uno de esos días que me tocaba limpiar el estudio, ahí estaba él, pero se había quedado dormido, no quise despertarlo y me subí en la escalera para limpiar la parte más alta, en eso estaba cuando en el reflejo del cristal vi cómo se movía tratando de ver por debajo de mi bata, quede con miedo pero me dije que no podía ser, el hombre siempre se portó con respeto para mí; ya había olvidado eso cuando me ...
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