1. Conversaciones con la criada (Capítulo I)


    Fecha: 25/12/2024, Categorías: Confesiones Autor: Caaquivana, Fuente: CuentoRelatos

    ... toco limpiar de nuevo el estudio, lo recordé antes de salir de mi casa, me puse una bata más corta pero no muy corta, poco debajo de la rodilla y pensé vamos a ver, ahí estaba el dormido nuevamente, me subí a la escalera, subí un poco más la bata para, según yo, poder trabajar mejor, y lo vi por el cristal, recostado mirándome las piernas, me baje para seguir limpiando y ahí él se retiraba para dejarme trabajar, yo no sé si a todas las mujeres les guste que las vean, a mi si, así que seguimos jugando, el mirando y yo haciéndome pendeja que no me daba cuenta.
    
    -¿Y ese día sucedió?
    
    -No señora esto que le platico paso como cinco veces, un día me llevé una bata más cortita, me puse unos calzones de esos que les dicen cacheteros, tenía más de la mitad de las nalgas de fuera, el llego entro a su recamara, salió con un short muy abierto de las piernas y fue a sentarse y a dormirse donde siempre, en el estudio; yo solo pensé ¿quieres ver? Pos hoy te llenas, yo limpie y limpie, él mire y mire, estoy segura que me vio todo el trasero, me baje y el no despertó, estaba limpiando la mesa estando de frente a él, entonces vi debajo de short, pegada a su pierna una cosa rara, como una ciruela de esas prietas o moradas, pero bien grande, él se movió un poco y ahí le vi esa vergota, la ciruela era la cabeza, ay señora hasta creí que me iba a desmayar, no podía dejar de ver ese animalote, estaba toda mojada, el calzón estaba empapado, fui al baño, me quite el calzón, me seque lo mejor ...
    ... que pude y regrese, pero ahora le di la vuela a la mesa, estaba de espaldas a él, me levante más la bata, ¿quieres ver? Pos órale cabrón, en eso estaba cuando sentí que ponía sus manos en mi cintura y solo escuche un plofff, grite, sáquela, sáquela, no sea hijo de la chingada, no dijo nada, comenzó a moverse, no sé cómo entro ese animalote tan fácil, si estaba bien cachorra, pero entro demasiado fácil, nunca quise averiguar si pude zafarme o no, pero ya era demasiado tarde, ahí comenzó a hablar el guey.
    
    -¿Quieres que te la saque? Vienes sin calzones, me pones la pucha en la cara y te haces la remilgosa, eres una putota, te la voy a sacar culera.
    
    -Nooo, no, por favor no, si soy una puta, soy lo que quieras pero no la saques, en dos o tres minutos me vine, le pedí que parara, no, siguió y siguió apretándome fuerte las chichis, ahí me vine como tres veces, luego me llevó al sillón, abrí completamente las piernas y le pedí que me chupara la panocha, pareció que no escuchó, se lo repetí, no dijo nada, me acerco la verga y la presiono contra mi boca, más de 30 minutos mamándosela, ya me dolía el hocico, me puso de costado dándole la espalda, se puso atrás de mí y luego de nalguearme y decirme puta, puta, me la dejo ir de un solo madrazo, nunca me habían cogido en esa posición, que rico se siente, me daba con todo, sentía sus huevos en mi culo, parecía loco, la sacaba, dejaba solo la cabezota dentro y luego la metía muy fuerte, estuvo bastante tiempo haciendo eso, yo ya había ...
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