De nuevo en el Calzadón de Copacabana
Fecha: 02/01/2025,
Categorías:
Confesiones
Autor: Patita Putita, Fuente: CuentoRelatos
Algún tiempo antes por sugestión de mi marido, ya había probado como era salir a cazar al Calzadón de Copacabana. Y nos había gustado. En aquella ocasión “cacé” dos empresarios chilenos que llevé a una boite caliente, ahí y después en el hotel, me cogieron a gusto y contento.
Esta vez, era algo diferente, estábamos viajando juntos, habíamos ido a visitar mi familia y de regreso decidimos hacer “aquella” escala en Rio de Janeiro. Intentaríamos hacer un trío, o quizás un cuarteto, en que yo sería la estrella del show. O de perdida, sería otra aventura sola.
Ya habíamos tenido muchas experiencias juntos y por separado, esta sería una variación de las que habíamos conocido.
Llegamos a un buen hotel conocido en la avenida Copacabana, el Ouro Verde, cómodo y amable, que, como la mayoría de esos establecimientos, tenía un bar afuera, en la playa.
Ya entrando en materia, decidimos varios detalles: yo me sentaría sola en el bar de playa, con él cerca en otra mesa, lo que me daría la ventaja de saberme protegida, y de que él supiera lo que pasaba. Si yo escogiera algún candidato, en algún momento le diría a mi picador que aceptaba darle las nalgas, que mi marido llegaría después y que podría escoger entre irse o quedarse y hacer un trío. Si mi potencial picador aceptara, subiríamos a nuestra habitación y comenzaríamos a follar alegremente. Sería lo mismo si fueran dos.
¿Te pido algo especial? Muy especial…
Claro que sí ¿qué quieres? Si resulta la aventura ¿Me das por ...
... el culo? Hace mucho que tengo ganas…
Mi marido se sorprendió visiblemente y a seguir se rio, soltó una carcajada. ¡Por supuesto que sí! Ya lo estaba queriendo, pero con una condición.
Lo que digas.
Dime porque me lo pides.
Buueeenoo… es algo que nunca te he contado…me da vergüenza…
¡Ya dímelo y se acaba la vergüenza!
De acuerdo: De estudiante en la Facultad, así fue como fui estrenada en sexo. Estaba sola, en un pueblo extraño, éramos solo dos mujeres en el grupo y la otra era de ahí, vivía con su familia. Un día cedí a los avances de un amigo… condicionado a que fuera por el culo, para no tener consecuencias. Lo hizo, pero… se corrió la voz y pasé a ser la putita escondida de varios. Siempre fue un secreto, que yo sepa, nunca oí ni rumores, ni miradas o algo parecido. Por eso siempre te dije que tú habías sido el primero. Sí, yo era virgen y mártir: virgen por delante y mártir por detrás.
Mi marido me abrazó cariñosamente, me dijo que me amaba y que no le importaba lo que le conté. Iré preparado para romperte el culo. Con o sin ayuda… Lo besé con amor.
Ya abajo, habiendo me visto subir, y calculando que ya me hubieran echado un polvo, o dos, mi maridito subiría y entraría con su llave. Ya así, mi picador decidiría si se quedaba o no.
Así lo hicimos. Después de algunos minutos, viéndome sola, dos o tres hombres se me quedaron viendo, sin acercarse, finalmente un tipo, de buena apariencia, me hizo una platiquita pendeja, de cualquier cosa. Le seguí ...