1. La vida en pareja (capítulo cinco): Chucho


    Fecha: 03/01/2025, Categorías: Gays Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos

    Supe de Chucho un buen día que Lázaro vino a verme, salimos y en un parque estaba allí esperando, de verdad que aquel gesto me gustó, fue todo un detalle. Lázaro se despidió y se fue dejándonos a los dos. Chucho estaba muy atractivo, mirándolo allí en el banco sentado a mi lado, no parecía tan animal aunque ya me había empezado a gustar desde aquella tarde loca en el platanal. Al rato de estar conversando me preguntó si quería conocer dónde vivía, le dije que sí pero que tuviera en cuenta que estaba fuera de servicio, con una sonrisa me tranquilizó diciendo que lo sabía bien. Me volvió a sorprender al invitarme a subir a un Chevrolet bastante bien conservado, cogimos rumbo a la carretera de Alquizar, por el camino me contó que vivía en una finca pero que sin tierras, las tierras pertenecían a la cooperativa pero la casa era de él y una hermana que vivía en La Habana. Supe que había estudiado ingeniería agropecuaria, que inspeccionaba los platanales para que el rendimiento fuera el mayor, que por eso andaba a caballo aunque podía igual ir en el carro a trabajar. Llegamos a la finca, una casa rodeada de árboles de mango y aguacates, con su portal, las ventanas y puertas con tela metálica para que no entraran los insectos, había un cobertizo para animales y un garaje y una cerca que rodeaba la casa, al rededor había pastos para el ganado vacuno. Me mostró la casa, al menos la parte que le pertenecía, supe que la hermana a veces venía a pasarse un fin de semana pero no ...
    ... mucho.
    
    En la puerta de su dormitorio, me alzó en sus brazos y diciendo:
    
    - Usted aquí entra en este cuarto en mis brazos.
    
    Lo dijo con orgullo, me besó y entramos.
    
    - Quiero que este sea nuestro nido y tú seas el rey de esa cama.
    
    Lo que pasó pues era normal, caímos abrazados en la cama, besándonos mutuamente, acariciándonos. Al rato estábamos desnudos los dos tratando de comernos mutuamente. Allí en su cama parecía diferente, aunque su sexo seguía siendo igual de gordo y grande. Yo me dediqué a juguetear con su pinga, Chucho que en realidad se llamaba Gustavo, me dijo haciendo que me acostara bocabajo.
    
    - Mi nene, a ver, déjame ver ese culo que me vuelve loco..., coño si lo tienes como nuevo...
    
    Enseguida se puso a lamer mi culo, él sabía que aquello me volvería loco muy a pesar de que no podíamos singar, estaba claro pero sabía su intención de hacerme venir mientras me lamía mi culo y me masturbaba con su mano. No tuvo que estar mucho tiempo porque exploté muy rápido, más cuando hacía mucho que no tenía contacto ninguno. Después me dijo que se iba a hacer una paja para echarme la leche en mi culo y así lo hizo.
    
    Todavía recuerdo verlo con una mano sosteniendo una de mis piernas y con la otra haciéndose la paja, me parecía que era un gigante, me miraba, de mordía los labios, me decía cosas y a veces rozaba el glande por mi ojete. Se vino como un búfalo, mugiendo y disparando su semen en mi culo, restregando su pinga después. Pero no terminó en ello, volvió a lamer mi ...
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