Queriendo olvidar (capítulo dieciocho)
Fecha: 05/01/2025,
Categorías:
Gays
Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos
... ensalivaba mi ojete y ponía su pinga que a pesar de los años estaba dura. La metió suave, disfrutando lo que hacía. Se dio cuenta de que me habían singado antes, me lo dijo, yo le confirmé para que se sintiera mejor o se desanimara, pero siguió prometiendo que me llenaría de leche el culo. Al rato sentí que se venía, jadeó, gimió, pero no sacó su pinga por el contrario siguió como si nada en busca de una segunda vez. Fue cuando empezó a hablar, me dijo de la boda, de la celebración, de que se habían ido a un hotel en Varadero a pasar la luna de miel. Después cambiamos de pose, yo me senté encima, pero como no me gustaba, terminamos de nuevo en la misma pose de él encima. Cuando se vino por segunda vez, me besó toda la espalda, el culo a la vez que le daba lengüetazos.
- ¿Quieres un consejo?-me dijo, yo asentí.- Mira lo mejor que haces es olvidar al negro..., sé para qué me has dado el culo, para saber dónde está ¿Y eso que resuelve? Él estará allí con su mujer, tú allá no tienes cabida. Ese tipo no sirve.
- Pero, ...
- Los jóvenes están alocados, sienta cabeza y no te juntes con gente que no sirve. ¿Quieres hacerle sentir mal? Mira, solo te vale venir aquí y que él piense que te estoy singando, eso le va a doler más que un escándalo. Te lo digo, no comas mierda. Piénsalo bien..., machos que quieran darte pinga vas a tener a montones aquí. Sé que te gusta el negro, sé que tiene una morronga de lujo...pero no está para ti.
Hablamos bastante tiempo, no era tan ...
... vulgar como parecía, me daba muchos consejos. Me hizo café, tomamos, hasta nos reímos un poco. Cuando me despedí, me dijo con sinceridad.
- ¡Me gustaría singarte pero queriéndolo tú.
- Algún día.- le dije yo a modo de despedida.
Por la noche después haberme bañado, salí pensando que iría a casa de Benito pero al pasar por la parada de guaguas, coincidió que venía la de Güira y sin pensarlo me subí rumbo a casa de Luis. La guagua me dejó en la entrada de la finca, había tremenda oscuridad, pero se veía algo y sobre todo la casa, el portal alumbrado. Hacía fresco y la brisa era agradable. A mitad del camino los perros comenzaron a ladrar y Luis salió al portal, me alegró verlo, tan robusto y machote, con su tabaco en la mano. Salió del portal para ver mejor, los perros se me acercaron meneando los rabos, me habían reconocido.
Luis me recibió contento, con esa sonrisa franca que tenía. Me tendió la mano, un gesto bien machote y nos fuimos adentro, cerrando la puerta me atrajó hacia sí, me abrazó besándome fuerte. Me gustaba su olor a tabaco, su saliva y hasta su sudor me atraía. Metió su mano por mi pantalón en busca de mi culo, suave, como deleitándose del momento. Nos mirábamos y nos besábamos al mismo tiempo.
- ¡Bueno, lo tienej ahí y rico como siempre!- me murmuró al oído haciendo alusión a que sabía que había singado la noche que había estado fuera.- ¡Ejpero que te haigan trata´o bien ese culito!
Empecé a contarle lo que había pasado pero no pude continuar ...