Tras el primer concierto (II)
Fecha: 06/01/2025,
Categorías:
Gays
Autor: ShatteredGlassW, Fuente: CuentoRelatos
... pinzas sobre una de las mesillas y pellizcó el delicado trozo de carne que lucía las marcas de los diminutos dientes de la pinza. Tiró de él con delicadeza y lo retorció entre sus dedos, escuchando como el muchacho gemía y se retorcía de placer. Su amigo había acelerado el ritmo, clavando su larguísimo pene una y otra vez en el caliente interior de Álvaro. Al soltar el músico ambos pezones a la vez, no pudo controlarse por más tiempo.
Su orgasmo fue salvaje, brutal. Tan intenso que le hizo arquear la espalda mientras el placer y el alivio le inundaban, al tiempo que chorros de semen blancuzcos caían sobre su propio pecho y el de Héctor. Con los ojos cerrados se dejó llevar, abrazando por completo la sensación de liberación y de profunda satisfacción. Si después de aquello habría un castigo no le importaba, en ese momento consideró que bien valía la pena. Liberando por fin la boca del joven Víctor se retiró al baño, donde comenzó a lavarse. El chico se había corrido sin permiso y desde luego no pensaba consentir eso de ninguna manera, pero sabía que por esa noche él no volvería a penetrarle y odiaba estar sucio. Ignorando los movimientos de su amigo, Héctor se limitó a acelerar más y más, con la cabeza contra el hombro del muchacho que seguía gimiendo.
Afianzando el abrazo con el que le mantenía suspendido empujó con más fuerza. Movía la pelvis descontrolado, entrando y saliendo casi por completo del interior del joven del que conseguían salir gotas de lubricante ...
... mezclado con semen. Impulsando hacia arriba las caderas jadeó con fuerza, terminando por fin. A diferencia de su amigo había preferido controlarse, por lo que el orgasmo fue increíblemente potente. Sintió como sus testículos se contraían mientras expulsaba un chorro de semen tras otro, marcando a Álvaro que se limitaba a gemir, moviéndose cuanto podía en la incómoda postura en la que estaba. En cuanto la sensación del orgasmo empezó a disiparse salió de un tirón, dejando el ano del chico abierto y dilatado. Del interior, ahora de un tono rojo muchísimo más intenso que antes, escurrieron largas hebras de lubricante que cayeron al suelo.
Con cuidado para que no se cayese le dejó ponerse por fin de pie. Con una sonrisa se percató de lo mucho que le temblaban al chico las piernas. Para no tener casi experiencia lo había hecho divinamente, solo quedaba el asunto del último orgasmo no autorizado. Por un momento pensó en dejarlo pasar, pero viendo que el chico conseguía estabilizarse y cuadrar los hombros supo que estaba dispuesto a seguir. Le examinó con detenimiento, apreciándole bajo una nueva luz en la que se mezclaba el respeto, el orgullo y el deseo. Situándose a su espalda le soltó por fin las muñequeras de cuero que habían abrazado sus muñecas durante buena parte de la noche, frotándole esa zona para que volviese la circulación. Viendo que su amigo regresaba del baño una nueva idea cruzó por su mente.
–Ve al baño y lávate, estás hecho un desastre y aún no hemos terminado. ...