Una mañana inesperada
Fecha: 07/01/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... respondí al beso, pero de inmediato lo alejé,
- Sebastián! Alguien nos va a ver, y si luego se entera mi esposo voy a tener muchos más problemas.
Se ríe y me dice al oído:
- si no vas conmigo aquí mismo te comienzo a desvestir, vamos... prometo hacértelo como te gusta.
Sebastián es un hombre muy terco y tiene sus maneras de salirse con las suya, así que por un instante dudé, pero me pregunte ¿qué puedo perder si mi esposo está medio ebrio trabajando y el piensa que yo voy camino a la oficina?, no puede sospechar. Además, ya lo había dejado un poco contento.
- Está bien Sebastián vamos, pero no podemos demorarnos que tengo que ir a trabajar.
Subió a su auto y le seguí hasta llegar a su casa. Al llegar me indicó dónde aparcar la bici, solo por si acaso venga su novia.
Abrió la puerta y me invitó a pasar, pero en cuanto entré se lanzó sobre mí y me comenzó a besar, un beso largo y profundo, mi lengua se adueñaba de su boca mientras el lentamente me enlazaba por la cintura con los brazos.
- Que rica cintura, y este es mi culito. ¿No ha cambiado, sigue siendo mío?
- Si Sebas, sigue siendo tuyo, le respondí mientras lo seguía besando y me dejaba llevar de sus manos.
Se puso detrás de mí y comenzó a frotar su pene contra mi culito, mientras besaba mi cuello, mi punto débil, comencé a mojarme y a respirar más rápidamente. Sus manos comenzaban a tocarme sin parar.
Lentamente me llevó al sillón me puso contra el respaldar, me saco la blusa y mis tetas ...
... quedaron libres. Sebas, comenzó a tocar mis pezones, dándome pequeños pellizcos muy lentamente, me las amasaba y yo sentía como mi clítoris se iba hinchando.
Me dio la vuelta, me recostó en el sillón, abrí las piernas se recostó sobre mí y comenzó a restregar su pene encima de mi pantalón. ¿Te gusta?
- Si, Papi me gusta mucho.
Sebas, aprovechó para seguir chupándome las tetas, pasaba la lengua entre ellas, me cogía con las dos manos y las juntaba, trataba de lamerlas a las dos al mismo tiempo, pero no le entraban en la boca.
Mientras tanto yo metí mi mano en su pantalón, que rico sentir esa verga gorda y larga en mi mano. Comencé a masturbarlo lentamente, subía y bajaba la mano.
- Que tetotas que tienes, desde lejos te vi y pensé hoy me las voy a mamar. Me decía entre lamidos. No te vas a escapar sin que sean mías. me las chupaba tan rico que comencé a tener un orgasmo.
- Ahhh, más chúpame más, muérdeme que son tuyas. Saqué mi mano de su pantalón y me cogí las tetas, comencé a apretarlas contra su cara.
Él seguía chupando y mordiendo. Aunque me excitaba mucho la idea de que mi esposo me viera teniendo sexo con otro y haciendo cosas más sucias, talvez así le diera ganas de hacerme cosas más ricas.
Comenzó a sonar su teléfono, Sebastián paró un momento, pensando en contestar o no.
Es mi novia –dijo-, me aparte un poco y él tomo el teléfono. Me senté en el sillón, con mis pezones parados apuntando hacia él.
Él se sentó en un sillón pequeño y puso en ...