1. Steven y sus diabluras


    Fecha: 14/01/2025, Categorías: Gays Autor: RedMau, Fuente: CuentoRelatos

    ... pared y procedí a mamarle ese enorme pene grueso. Él sólo gemía de placer. Yo trataba de meterlo todo en mi boca pero no podía, era demasiado grande y grueso. Luego le mamé sus huevos lampiños y percibí su suave olor del culo. Agachado como yo estaba le di vuelta y sus pequeños glúteos aparecieron ante mi. Puse una mano en cada nalga y las aparté. Su hoyito rosado apareció mojado, palpitante. No esperé más y lo mamé. Steven estaba en el cielo. Había puesto una mejilla contra la pared y con ambas manos se sostenía en ella mientras arqueaba la espalda y paraba más el culito que comenzaba a dilatarse con mi lengua.
    
    Me incorporé y le di vuelta. Lo volví a besar. Con mis manos agarré sus manos y las elevé por encima de su cabeza apoyándolas contra la pared. Sus axilas peludas quedaron expuestas, su pelo grueso estaba mojado. Pasé mi lengua sobre cada axila saboreando ese pelaje. Steven sentía cosquillas y quería bajar los brazos. No lo dejé. Seguía probando cada axila y mi erección estaba a tope al dominar sus brazos con los míos. Al cabo de un rato de mamadas axilares lo solté
    
    “¿Vamos a la cama?” le dije
    
    “¿Así mojados?”
    
    “¡jajaja! ¡no! nos secamos primero” dije. Ambos nos reímos
    
    Nos secamos rápido y desnudos nos fuimos a mi cama, pero antes de llegar hice que se arrodillara y me mamara mi pene
    
    “dale, sin miedo… yo se que querés tenerlo en tu boca”
    
    “nunca lo he hecho…” dijo como excusándose mientras se agachaba.
    
    Abrió su boca y cerrando los ojos se lo ...
    ... metió. No todo naturalmente. Daba mamadas torpes pero ricas. Mi pene no es tan largo pero si cabezón, él descubrió lo carnoso de mi glande y más que todo mamaba eso. Lo levanté y lo empujé a la cama. Él se puso sobre su espalda, le abrí las piernas y le volví a mamar el culo. Él ya se había relajado por lo que su ano estaba un poco abierto. Rápidamente saqué el lubricante de mi mochila y le puse un poco en su hoyo. Él adivinó mi intención y pensé se iba a echar para atrás. Para mi sorpresa abrió sus piernas aún más.
    
    “Hágamelo suave, por favor” suplicó
    
    Me embadurne el pene con lubricante y apoyé el glande sobre su ano y comencé a empujar. Él cerró sus ojos como tratando de relajarse
    
    “Relajate” le dije en voz muy suave.
    
    “¿Qué?” dijo
    
    En ese momento él relajó el esfínter y yo presioné más y mi pene entró todo finalmente. Sólo gimió profundamente
    
    Me estuve quieto unos segundos, pude ver su cuerpo delgado, sus piernas abiertas, su abdomen plano y sobre él su pene que había perdido algo de la erección pero que aún era grande.
    
    Empecé a moverme poco a poco, muy despacio, él cerraba los ojos y apenas alcanzaba a exclamar
    
    “ufff” decía quedamente.
    
    Poco a poco su pene recobró dureza, mientras el mío estaba a tope dentro de su ano que estaba muy ajustado. Definitivamente ya había tenido sexo con hombres y ese culo ya había sido inaugurado, lo que me excitó más pues afuera no se le notaba nada de gustarle los penes. Descubrir un hombre varonil, que todos creen hétero ...