1. Incesto a la japonesa


    Fecha: 20/01/2025, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... luego cómo le empapaba la polla y los huevos y le dijo:
    
    -Goza, cielo, goza.
    
    Al acabar de correrse se enderezó. La polla salió de su encierro y miró hacia el techo. Ame colocó sus manos sobre el vientre de su padre, elevó el culo, puso el glande en la entrada de la vagina, dejó caer el culo lentamente y la polla llegó al fondo de su coño. Un gemido de placer salió de su garganta y su cabeza se echó hacia atrás. Luego comenzó a mover el culo de delante hacia atrás y de atrás hacia delante, muy, muy lentamente. Aiko le cogió los pezones con dos dedos de cada mano y jugó con ellos sin llegar a apretarlos. Poco a poco el culo fue cogiendo velocidad hasta que se quedó quieto. Meando por ella y casi susurrando, dijo:
    
    -Me corro.
    
    Al acabar de correrse le dijo su padre:
    
    -Métela en el culo.
    
    -La tiene muy gorda para el culo.
    
    -Métela poquito a poco.
    
    Ame cogió la polla, la frotó en el ojete, metió la puntita, se echó sobre su padre, lo besó y le dijo:
    
    -Métala.
    
    Aiko empujó, metió el glande y ya se corrió dentro ...
    ... del culo de su hija. Ame, sintiendo la leche calentita dentro de su culo, miró para su padre y le dijo:
    
    -Algún día me correré dándome por el culo.
    
    -¿Y por que no te vas a correr esta noche?
    
    Se la clavó hasta el fondo. Al estar tan apretada, la polla no se bajó. Ame se enderezó, le puso las manos en el pecho y lo folló subiendo y bajando su culo. Aiko metió el dedo pulgar en la boca, le puso la yema del dedo sobre el clítoris y dijo:
    
    -Puedes follarme todo el tiempo que quieras.
    
    Amé, cada vez que subía y bajaba el culo frotaba el clítoris con la yema del dedo. Al rato el culo bajaba y subía a toda mecha. Sintió que se iba a correr y se lo dijo.
    
    -¡Me viene, me viene!
    
    Aiko se volvió a correr dentro de su coño y Ame explotó.
    
    -¡¡Me corro!!
    
    A los pocos segundo de correrse, la fiesta se les acabó, ya que sintieron entrar el coche de Mateo en el garaje
    
    Aiko cumplió su palabra, volvió a su casa. A la semana siguiente fue Ame la que regresó a Tokio. Necesitaba algo de su padre. ¿Qué crees que sería?
    
    Quique. 
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