Nuestro primer e inesperado trío (parte 1)
Fecha: 21/01/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: MarcoAntonio94, Fuente: CuentoRelatos
... ambos pensamos lo mismo: sería bueno incluirlo, pero él no estaba listo, si con unos arrimones se había venido no nos duraría un suspiro, así que interrumpimos la mamada.
- Ay Fernando, por favor discúlpanos β dijo Ana mientras ella y yo nos poníamos de pie β mañana hablamos de lo que aquí pasó.
- Noβ¦ no sé qué decir β decía sonriente y algo apenado por estarse masturbando. Se sacó la mano de debajo del pantalón y se lo acomodó.
- No digas nada β le dedicó una sonrisa seductora β Marco y yo vamos a nuestra habitación.
Me tomó de la mano y subimos las escaleras. Se notaba que Ana tenía hambre de polla. Entramos a la habitación, le puse seguro y ni tiempo me dio de desabotonarme la camisa cuando me obligó a tumbarme sobre la cama.
- Veo que aún tienes hambre de pene, ¿verdad? β le dije, mientras me arrancaba los pantalones y volvía a sacar mi pende del bóxer.
- Si, te la quiero comer todita β respondió al momento que reanudaba lo que había dejado a medias.
- Me encanta saber que eres una putita, mi amor.
- Soy tu puta mi cielo β me dijo después de succionar mis bolas. No podía ser, mi pene había alcanzado casi el mismo largo que su cara - ¿Te gustó lo que viste? β ahora jugaba con mi glande y su lengua.
- ¿No se nota? Mira cómo me tienes.
- También a mí me encantó β dijo al momento que terminaba la mamada, ahora quería más β la verdad es que besa muy rico β se sacó el calzón y me montó β y acaricia muy bien β en ese momento se ensartó en mi ...
... pene. Estaba muy mojada.
- ¿Nada más? β le pregunté mientras le sacaba las tetas que al fin se desbordaban. Sus pezones estaban bien duros. Me llevé sus tetas a la boca, nunca me he cansado de ellas.
- Ah y también tiene un pito bien rico β sus cabalgadas aumentaron de velocidad β la verdad se me antojó, está grandecito.
Las nalgadas que le daba a su bien formado trasero, el rechinar del colchón y nuestras voces se escuchaban fuerte y claro, ya nos valía madre, Fernando nos escucharía coger.
Después de un rato de estar en esa posición, estimular sus pezones con manos y lengua y masajear su ano con las yemas de mis dedos, Ana llegó al orgasmo, pero ni se molestó en ocultarlo y sus gemidos y gritos estallaron.
- Ah ahhh ahhh si.
Se quedó un momento sobre mi pecho, estaba empapada en sudor.
- Dime que no has acabado β me dijo cuando volvió en sí.
- Ya sabes que yo tengo aguante β le contesté.
Cambiamos de posición y la puse en cuatro. Antes de penetrarla, tenía hambre, así que le comí la vagina y el ano que tenían un sabor delicioso a sexo y sudor. Ambos estaban dilatados y pedían pene a gritos. Después de saciarme le quité el vestido, quería ver esa espalda bailar a nuestro ritmo, le dejé los zapatos puestos. Pero faltaba algo.
Tomé el cinturón de mi pantalón, que ahora estaba en el suelo e hice lo que a ella la vuelve loca: se lo ajusté ligeramente sobre el cuello, de modo que pudiera ahorcarla sin hacerle daño y, con el resto del cinturón, darle ...