1. Balseros (X): Juan el potrillo cerrero


    Fecha: 27/01/2025, Categorías: Gays Autor: ThWarlock, Fuente: CuentoRelatos

    ... instrumento, pero por si acaso, pedí ayuda. Por fin apareció algo, y mientras yo dilataba mi hueco ante su asombrada cara, lo puse a masturbarme, cosa que si hacía con agrado y eficiencia. El saberme pajeado por semejante ejemplar, no tardó en excitarme y quitar bruscamente su mano de mi falo; hubiese explotado si no lo hubiera hecho. Por último, me le senté encima y devoré con mi inexperto culo sus 5 reducidas pulgadas; Pude ver como se revolvía de goce en el lecho mientras yo me daba placer moviéndome en círculos y cabalgándolo como corcel en pleno potrero, para mi sorpresa sin molestias ni dolor alguno; Me di verdadero gusto con su pecho, sus tetillas y su abdomen. Puso su mano nuevamente en mi pinga, intentando pajearme, no lo hagas, le supliqué y entonces me agarró con fuerza por la cintura, mientras me clavaba, dura y salvajemente y me daba nalgadas; Yo, gemía sin parar, sintiendo como había domado por completo, aquel salvaje animal y disfrutaba de él como era mi verdadero deseo. No tardó mucho en llenar todo mi culo de leche, que sentí en potentes y calientes chorros dentro de mí, al mismo tiempo que inteligentemente se apoderada de mi pinga y dejaba caer toda mi leche sobre su abdomen.
    
    A la ducha, le dije mientras bajábamos otro tanto de mi botella. Con el agua corriendo y el morbo todavía en mi cerebro, lo acaricié una y otra vez y besé cada ápice de su delicioso y masculino cuerpo.
    
    -Quiero más, es la segunda vez que me cogen el culo y me gusta como tú lo ...
    ... haces.
    
    Su pinga volvió a quedar como antes, erecta y deliciosa. ¿No te pones bravo si te toco allá atrás? pregunté con miedo; Vas a ser el primero así que hazlo antes de que me arrepienta, me dijo y no me metas el dedo, me advirtió. Con el solo hecho de poder acariciar sus nalgas era suficiente; Pero ya que él había mencionado lo demás, le di una buena mamada de culo, mientras lo pajeaba intensamente, como para que no se olvidara de su primera vez. Terminé nuevamente ensartado, esta vez con más facilidad; Y mientras metía y sacaba su pinga, pude notar que, debido a su tamaño, se salía con facilidad y frecuencia pero no me importaba, estábamos saciando los deseos que nos teníamos hace tiempo. ¿Quieres más? preguntaba, mientras me decía, ¿soy tu papi verdad? ¿Te gusta mi pinga? Resultaste más puta de lo que yo pensaba, dijo por fin sin pudor. Era al parecer, el alcohol quien hablaba. Que culo más rico, le oí decir, ¡me vengooo! gritó. Aproveché nuevamente para descargar mis testículos y apreté bien mi esfínter para que su pinga quedara trabada ahí, mientras yo me volvía a venir, con la misma intensidad que la primera vez. Luego de la deliciosa ducha, nos fuimos a su cama, mientras me pedía por favor que no le contase a nadie lo sucedido y que era la primera vez que le cogía el culo a un hombre. Me contó también, entre otras cosas, que nunca en su vida le habían mamado el culo y que le había gustado muchísimo. Te deseaba hace tiempo, desde que quise experimentar quería que fuera ...
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