1. Los cuernos eran chicos, pero parecían enormes


    Fecha: 27/01/2025, Categorías: Infidelidad Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos

    ... Así me tuvo un rato, intentado besarme sin lograrlo porque lo esquivaba, pero hizo blanco en mi cuello donde pasó su lengua de punta a punta. Entonces lo frené diciéndole que nos podían ver mis amigas”.
    
    —“Y te vieron?”
    
    —“No lo sé, pero eso le dio la oportunidad de avanzar, pues tomándome de la mano me llevó afuera, «Vení, vamos donde no nos vean». Apoyada en su auto, sin dejar de besarme cuello y orejas, sus manos se ocuparon de mis pechos y entrepierna incrementando sensiblemente mi deseo. Cuando me vio en ese estado de entrega cometió un error «Abandonate nena, si ese hijo de puta le lamió la concha y sin lavarse después te besó, además de habérsela cogido toda la noche». Esas palabras me hicieron ruido, pero leve. Después entramos al asiento trasero donde quiso ponerse encima pero empecé a reaccionar al son de su dicho y no lo dejé. Para conformarlo le dije que iba a masturbarlo ante lo cual de inmediato sacó el miembro poniéndolo en mi mano”.
    
    —“Fue sólo eso?”
    
    —“Te lo juro, si bien él también me pajeó. El orgasmo de ambos fue casi simultáneo y, al correrme, volví a mis cabales, cuando cometió el segundo y último error, «Por fin lo hice cornudo a ese imbécil, aunque me hubiera gustado que la mamaras en lugar de moverla, y después, entrarte por delante y por atrás». Plenamente consciente de lo que acababa de escuchar, y que confirmaba que yo había sido presa de sus mentiras, sin decir una palabra acomodé mis ropas, salí del auto rumbo a la calle donde tomé un ...
    ... taxi y aquí estoy”.
    
    —“Deseo fervientemente equivocarme, pero casi seguro que en este momento todas tus amigas y sus acompañantes lo escucharon decir que te cogió por todos los orificios posibles después de tomarte medio litro de su semen y con la posibilidad de haberte preñado”.
    
    —“¡No puede ser!”
    
    —“Querida, esta gente es así, nada les importa salvo su placer y prestigio de galán”.
    
    —“Mi amor perdoname, nunca imaginé que esto podía suceder”.
    
    Lo que antes habían sido sollozos se transformó en llanto convulso.
    
    —“Sinceramente te perdono, pero de ahí a vivir la situación de íntima armonía que teníamos antes, hay una distancia que no me animo a estimar. Te sigo amando pero en este momento tu presencia me provoca asco, por lo cual te pido que te mantengas a cierta distancia. Naturalmente no vamos a dormir en la misma cama hasta que esto se normalice, llevá tus cosas a la pieza de huéspedes”.
    
    —“Querés que me vaya de esta casa?”
    
    —“Hacé lo que quieras, si deseas tirarte bajo un tren andá tranquila, en este momento me interesás menos que el excremento de un perro en el cordón de la vereda”.
    
    —“Entonces no me querés”.
    
    —“Al revés, si no te quisiera me importaría una mierda que te haya cogido todo el equipo de All Blacks incluidos los suplentes. Te quiero, pero eso sí, mucho más me quiero a mí mismo. Ahora tengo que prepararme anímicamente para, a partir de mañana, lucir orgulloso mis cuernos, cuya arboladura y grosor dependerá de cuan imaginativa sea la persona ...
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