Nelson me convierte en el traga leche (capítulo diez)
Fecha: 01/02/2025,
Categorías:
Gays
Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos
... algunas cosas y se fue de nuevo.
- Me llamo Polo…, oye, me gustas un cojón. - me dijo el negro cuando estuvimos solos.
Polo resultó ser mejor que El Papo, el primo, por la noche vino de nuevo y me invitó a salir a dar un paseo y enseñarme la ciudad. Resultó que trabajaba en la Casa de Cultura, era pintor, fuimos hasta su casa, me enseñó sus cuadros y los cuadros de desnudos y sexo que tenía.
- ¡Quiero pedirte una cosa!
- Dime
- ¿Déjame singarte delante de un espejo para poder pintarte? Yo retengo en mi mente y hago un dibujo rápido…
Yo asentí, buscó dos enormes espejos, uno lo puso delante de mí y otro de costado diciendo que quizá saldrían dos cuadros. Nos desnudamos y comenzamos nuestro ritual, yo miraba a veces al espejo, y cuando me poseyó miraba al espejo que tenía delante pero él me dijo que no mirara mucho, que gozara, que le interesaba ver mi cara de goce, satisfecha. Cuando se vino, todavía con la pinga parada se fue a pintar los esbozos de los dos cuadros. Aquella noche me quedé allí con él, se lo pedí sabiendo que no me lo iba a negar. Le dije que El Papo no me gustaba, que era un poco bestia y él aceptó a que me quedara. Eso sí, fue a la casa del otro a decirle que me quedaría en su casa. Regresó un poco enfadado porque había discutido con El Papo.
- ¡Mira, a mí casi no me conoces y a El Papo sí! Mejor me llevas a su casa y quedamos bien. ¿Qué se le va a hacer? Tendré que soportarlo, …pero no quiero que por mi culpa te pelees con él.
Mi ...
... sinceridad le conmocionó, y no me dejó ir alegando que si yo había decidido quedarme allí, pues eso era ley. Que ellos a veces compartían amantes y si alguno decidía irse con el otro, pues estaba claro. De todas maneras por la mañana tocaron a la puerta, Polo me dijo que me quedara quieto, que se imaginaba quién era. En efectivo era Nelson y el primo, los escuché discutir por mí, Polo les repetía que me había acompañado a la estación y había cogido un carro para La Habana. No faltó poco para que se fueran a las manos, incluso yo estaba dispuesto a salir y darle la cara a Nelson pero la discusión se terminó de pronto, escuché el portazo y enseguida entró Polo. Se acostó abrazado a mí.
- ¡Coño, cómo es posible que una gente como tú se haya enrolado con ese par de mierdas!
Tenía mucha razón, de verdad que empezando por Nelson con sus cosas y el otro, pero ya había comenzado el final de esa historia y me alegraba muy a pesar de que había terminado bastante mal. Polo y yo hicimos el amor despacio, llenándonos de caricias mutuas, de placer, gozando uno del otro. Un sexo de esos que se recuerdan siempre aunque no haya pasado nada a contar. Fue un momento que siempre recordaré, aquellos ojos, aquellos labios oscuros bajo aquel bigote, su sexo oscuro, nervudo, grande, sus huevos colgando, su sonrisa.
- Lástima que regreses a La Habana y te pierda…
- ¿Por qué dices eso?
- Me gustaría que fueras mi gente…, te voy a confesar algo…, mira que he singado pero como lo he hecho ...