Nelson me convierte en el traga leche (capítulo diez)
Fecha: 01/02/2025,
Categorías:
Gays
Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos
... leche. Lucas dijo que no podía venirse así delante de todos, que me singaría a solas, me llevó al baño y me hizo agarrarme al lavabo para cogerme allí de pie. Yo hubiera preferido una cama pero al parecer Lucas estaba acostumbrado a coger un culo así, apurado en algún baño. Yo trataba de moverme, de decirle cosas, de provocarlo y bueno, al fin la tortura llegó a su fin cuando se vino pero adentro sin sacarla. El muy cabrón entonces llamó a Nelson para decírselo, supuse que le iba el asunto ese de que yo era el traga leche. Nelson llegó, se arrodilló detrás abriendo mis nalgas y empezó a lamer y chupar mi culo para sacarme la leche, cuando creyó que la había recogido toda me la dio en un beso largo y pasional. Lucas nos dejó allí besándonos con pasión.
- ¡Quiero que me singues ahora tú! ¡Lentamente, con pasión, papo! - Le dije cuando me di cuenta que tenía la pinga bien dura.
Nos metimos en la ducha, abrió la llave y el agua fresca nos empezó a caer encima. Se sentó en el suelo y yo sobre él, cabalgándolo, besándolo, mirándolo. Fue un sexo rico, muy pasional como el que verdaderamente había entre los dos muy a parte de cualquier orgía o capricho. Allí estuvimos, cuando los otros quisieron entrar no pudieron porque la puerta estaba cerrada por dentro. Hicimos el sexo como verdaderos amantes. Cuando salimos, ya Lucas se había ido, quedaba Sergio que era el dueño de la casa.
- ¡Coño, qué aguante tiene este nene que te has echado! - Comentó con cierta sonrisa, después ...
... nos sentamos a beber algo y como ya era tarde, Sergio nos invitó a quedarnos.
Claro que agregó que le gustaría echar un palo más antes de dormirse si se lo permitían. Nelson me pasó la bola diciendo que eso dependía de cómo me sentía yo, que a la vez se la devolví diciéndole que eso dependía de él que era mi marido.
- ¡Pues que no se hable más, sólo que te lo singas en la cama y delante de mí!
Fue la condición que puso Nelson, nos fuimos al dormitorio, grande y con una cama grande y un espejo igual de grande en la puerta del escaparate al lado de la cama donde todo se veía a la perfección. Nos acostamos, Nelson se apoyó en la cabecera con las piernas abiertas para que yo me pusiera allí. Me acarició la cabeza diciéndome que aguantara un poco. Sergio abrió mis piernas y empezó a dar lengua, yo perdido me sentí y más con lo sensible que tenía esa zona ya, Nelson me decía que lo gozara bien. Pensé que sería eso lo único porque pasaba el tiempo y nada, él seguía dando lengua en mi culo. A Nelson ya se le había puesto algo dura, yo había empezado a darle besos, caricias cuando sentí que me untaba algo frío y me penetraba. Suspiré aguantando el aliento hasta que no sentí el pubis peludo de Sergio en mis nalgas. Fue una singada lenta, rica que disfruté bien. Sergio no siguió lo impuesto por Nelson, se vino adentro y se quedó un rato sobre mí.
- ¡Te voy a perdonar esta! ¡Te dejo que te quedes con la leche de él dentro! - Fue el dictamen que dio mi marido, después dormimos ...