Nelson me convierte en el traga leche (capítulo diez)
Fecha: 01/02/2025,
Categorías:
Gays
Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos
... tranquilos los tres.
La relación con Nelson fue durante un tiempo bastante bien, aunque cada vez él buscaba más aventuras y terceros o cuartos por lo que comencé a sentir que algo empezaba a separarnos poco a poco. Además ya me estaba sintiendo cansado de ser el “traga leche”, no sólo la de él sino la de sus amigotes. Ya me aburría y casi me era insoportable sentir el sabor del semen en mi boca. Se lo comenté una noche después de tragarme su leche, le dije que no podía más así. Su respuesta fue algo brusca en ese momento, me dijo que para eso yo era maricón, que aguantara. No me gustó aquella salida de él, porque en realidad esperaba más comprensión de su parte. En una de las ocasiones que fui a mi casa, pues no regresé, traté de alejarme lo más posible. Él llamó a la casa de los vecinos, conversamos algo aunque le dejé bien claro que no quería regresar y fue cuando me dijo que entonces vendría a buscarme. Fue cuando le dije que iría y esa misma noche fui a su casa. No estaba sólo, allí estaba Sergio, que se alegró de verme. Ya ellos estaban más o menos casi desnudos, me invitaron a desnudarme. Traté de oponerme diciendo que tenía que irme. Fue cuando recibí la primera cachetada por la cara, Nelson de manera brusca me llevó al dormitorio y me tiró en la cama.
- ¡Óyeme bien, maricón de mierda, de aquí no te vas hasta que te singuemos!
- ¡Suéltame! - le grité.
- ¡Tú has venido a por leche y la vas a tener! - volvió a amagar como si me fuera a pegar.
Sergio ...
... intervino diciendo que no era necesario, que todo iba a salir bien. Me abrazó diciendo que Nelson estaba encabronado porque yo lo había dejado sin darle una explicación, que estaba muy preocupado por lo que pudiera pasar. Sergio me hablaba y acariciaba, caricias que fueron convirtiéndose en un desnudarme poco a poco. Cuando Nelson entró en el dormitorio de nuevo, ya ambos estábamos desnudos y Sergio lamiendo mis nalgas. A Nelson le gustó aquello, se nos unió sin rencor alguno. Me entregué a ambos, Sergio después de ensalivar bien mi ojete se encargó de llenármelo con su pinga, mientras yo tragaba la de mi mulato.
Una cosa muy rara fue que mi marido se vino antes que Sergio, cosa bastante rara porque él tenía aguante. Yo estaba sorprendido cuando sentí que se venía y me llenaba la boca de semen mientras agarraba con fuerzas mi cabeza.
- ¡Mamí, no sabes las ganas que tenía de sentir mi pinga en tu boca! ¡Me has sacado la leche en nada!
Dijo cogiendo mi cara mientras me miraba a los ojos, después medio un beso pasional para que no me cupiera la duda de que me amaba. Pero acto seguido pasando a cosas más reales, le dijo a Sergio que lo dejara singar un rato y cambiaron de sitio. Yo volvía a ser el mismo de antes, el objeto del deseo de ellos, de los machos como me había dictaminado William. Nelson y Sergio se fueron turnando mientras me daban pinga sin consideración, caña dura y limpia. Algo había casi cambiado los dos se vinieron en mi ojete, me di cuenta porque ya me había ...