1. Gina mi amante. ¿Final?


    Fecha: 01/02/2025, Categorías: Infidelidad Autor: rickmaster16, Fuente: CuentoRelatos

    ... haciendo esto, no podemos seguir hablando, hay mucho en juego, tú tienes mucho en juego
    
    - tú también- le dije mirando su barriga.
    
    Eran palabras vacías, muchas veces dijimos lo mismo durante años e igual nos veíamos cada semana. Lo tomé como una reacción para sopesar un poco la situación de su parte.
    
    Aquello no me detuvo, yo no quería hablar, hablar nunca había sido lo primordial entre ella y yo. Recuerdo que algunas ocasiones en que me había puesto muy romántico se había burlado de mí. Avanzamos otra cuadra, detuve el auto y la volví a besar, toqué sus tetas, ahora grandes y dirigí mi mano a su coño, ella tomó mi mano y la quitó rápidamente.
    
    Avanzamos otra cuadra.
    
    - ¿Te gustaron los relatos entonces? - le pregunté.
    
    - Sí mucho, son muy buenos, muchas cosas que no recordaba
    
    - ¿Te gusta verdad?- Dije agarrándome la verga, la delicadeza no era lo mío en ese momento.
    
    - Dijiste que querías hablar - me dijo.
    
    - Sin hacer caso, desabroché mi pantalón y dejé salir mi verga tiesa.
    
    - ¿La recuerdas?- le pregunté y ella la miró.
    
    Tomé su mano y la puse sobre mi verga, empezó a pajearme lentamente. Avancé con el auto hasta una calle que a su alrededor no tenía más que lotes baldíos. Estacioné a la mitad y le dije: Chupamela.
    
    Vi algo de contrariedad en su cara pero se disipó rápidamente y sonrió, se quitó el cinturón de seguridad y con un movimiento medio complicado acomodó su amplia barriga sobre la silla, se inclinó hacia mí, abrió la boca y empezó a ...
    ... mamarmela. He dicho varias veces que Gina da las mejores mamadas y que lo aprendió en Youtube viendo tutoriales. De nuevo volví en el tiempo varios años atrás al sentir como su boca se llenaba de saliva como si fuera un reflejo y empezaba a subir y bajar sobre mi falo firme. Gina gemía tras cada embate y yo puse mi dedo sobre su leggings en algún lugar entre su culo y su coño y presioné, no sabía bien que estaba haciendo o dónde estaba presionando pero ella gemía, gemía y se tragaba mi verga allí en la mitad de la calle, a dos cuadras de su casa, embarazada.
    
    Me había contado cuadras atrás que su esposo había salido a una comida y que tenía la seguridad de que no volvería pronto. Estoy seguro que todo aquello fue catalizado por mis relatos, aquello le trajo recuerdos, recuerdos de una época loca y excitante. Sí, lo dejamos, fuimos sensatos, pero aquello fue espectacular y eso no se puede negar.
    
    Apreté su cabeza contra mi cuerpo y mi verga se introdujo completa en su boca. Su saliva humectaba todo mi falo y su lengua lo frotaba, arriba, abajo, arriba, abajo. Fluía deliciosamente, sin fricción, nada de dolor, la mejor chupada de la mejor chupadora que el mundo ha visto.
    
    Pasaron dos carros cerca, no me importó. Seguimos hasta que descargué toda mi leche dentro de la boca de Gina, cuatro contracciones que soltaron una buena cantidad de líquido dentro de su boca. Su cuerpo había cambiado, pero su actitud no, como antaño, se tragó hasta la última gota, alcancé a oír dos tragos ...