1. Mi esposa argentina (parte 1)


    Fecha: 06/02/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Lanfasone, Fuente: CuentoRelatos

    ... suave y cálido, después fue como un sueño, ella misma me puso el condón luego de pajearme un buen rato, se montó sobre mi subiéndose la minifalda todavía con las botitas puestas, se había sacado la camiseta. El sujetador parecía que iba a explotar bajo sus tetas, sentí como mi polla se adentraba con facilidad y ella me apretaba con esos muslos poderosos que tanto me ponían, le fui bajando el sujetador y sus pechos asomaban por encima, sus tetas de guarra había dicho Pablo. Luego de un rato de estar ella montándome y yo sobando esas tetas y su culo, me corrí sin avisarle con una especie de aullido.
    
    —Acabá mi amor, acabá — me dijo ella besándome sin dejar de subir y bajar sobre mi polla.
    
    En vez de “correrse” ella decía “acabar” al llegar al orgasmo. También alternaba el “Tu” con el “vos”, a veces en la misma oración. Es decir a veces hablaba en argentino y otras en español.
    
    Si estaba enojada o excitada tendía a hablar en “argentino”. Trataré de mantener en el relato esta forma de hablar que era tan particular en ella
    
    Luego se corrió o acabó en mi boca, despatarrada sobre el sofá, sus tetas asomando sobre el sujetador, con las botitas puestas, su coño tenía labios hinchados y rosados y estaba a la altura del pedazo de mujer que era.
    
    Un año después estábamos casados.
    
    Yo acababa de cumplir 37 y ella 31.
    
    La presentación a mis padres fue todo un hito. Mi padre era un contable de Móstoles que trabajó toda su vida en la misma fábrica de cocinas donde su padre fue ...
    ... operario, mi madre era dependienta en una tienda de ropa. De la misma manera en que ella estaba fascinada con Fernanda, la miraba con arrobo y ternura cuando hablaba, de igual modo mi padre la miraba con cierta desconfianza.
    
    Cuando yo era muy pequeño recuerdo escuchar a Valdano hablar en la televisión y a mi padre decir: —Estos argentinos, si les dejas hablar macho…, si les dejas hablar.
    
    Nunca supe que era lo que sucedía si les dejaban hablar, pero ahora cuando Fernanda contaba algo, al ver la cara de mi padre escuchando tenía la sensación de que estaba pensando lo mismo que hace treinta años con Valdano.
    
    Yo la miraba venir hacía mí en una terraza o la veía dormir a mi lado y no acababa de creérmelo. Me daba cuenta de las miradas de envidia que despertaba el estar al lado de semejante mujer y la verdad es que no podía creérmelo.
    
    Durante varios meses tuve un sueño recurrente en que ella me decía que todo había sido una mentira de Carmen y que en realidad era la novia de Pablo y me terminaba diciendo una guarrada, siempre de rodillas a mi lado en la cama, ese cuerpo que ya era mío, esa piel blanca, esas tetas imponentes con esas aureolas rosadas, esa culo que emergía quebrando la cintura tan pequeña
    
    — Que gusto como Pablo se corre en mis tetas de guarra— me decía y entonces me despertaba.
    
    Luego de los primeros meses me fui serenando y comencé a ser feliz como nunca lo había sido antes.
    
    Fernanda me llenaba con su serenidad, con su increíble belleza, con su ...