Cuando se ama es el corazón quien juzga
Fecha: 09/02/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Gargola, Fuente: CuentoRelatos
... la mentira era más apropiada si no quería que se desatara el caos, aun cuando estuvo tentada de sincerarse, teniendo en cuenta que su dignidad estaba tocando fondo.
—No, sólo estoy cansada, necesito relajarme y dormir un rato, —dijo enmascarando una vez más la media verdad.
—Hoy estás especialmente guapa, —le declaró Iván con total sinceridad, como hacía siempre. Tal vez era la excepción que confirmaba la regla. Puede que también, la podredumbre en la cual se veía ella reflejaba por su vileza era lo opuesto a lo que percibía Iván, y quizás también por el amor que le profesaba.
Hundió la cabeza en la bañera unos segundos buscando despejar su mala conciencia y cuando supuso haberlo hecho emergió del agua echándose el pelo hacia atrás con las manos.
Un poco más serenada salió del agua y cogió la toalla. Iván entró para despedirse, se quedó un instante observándola obnubilado, como si ella fuese Afrodita, la diosa de la belleza, la sensualidad y el amor. A continuación, injustificadamente dichoso, le dio un beso y se marchó al hospital.
El teléfono sonó y Claudia confió en que no fuese una urgencia.
—Te has ido sin decirme nada, —le reprochó su amante.
—Estabas dormido. No quise despertarte.
—¿Cuándo nos volvemos a ver? —preguntó.
—Ya te llamaré, —sentenció para inmediatamente colgar.
Había pensado en dormir un rato, pero su cabeza era un hervidero de contradicciones y sabía que era inútil intentarlo a no ser que tomara un tranquilizante, y no le ...
... gustaba la idea porque luego andaba el resto del día adormecida, por consiguiente, decidió ir al hospital y mantener la cabeza ocupada para así desdeñar sus cavilaciones, si eso era posible.
El teléfono volvió a sonar. De nuevo era Cristian, y por un momento pensó en no contestar, pero lo hizo.
—No puedes llamarme cuando te venga en gana, —le reprochó
—Antes me has colgado.
—No estaba de humor.
—¿Te encuentras bien?
—Se me pasará.
—¿Te apetece que nos veamos y lo hablemos?
—No quiero volver a verte.
—¿Estás segura?
—No, no lo estoy, pero es lo que quiero. No puedo seguir así.
—Ven a casa y lo hablamos.
Claudia dudó un instante y pensó que era un buen momento para cortar con todo aquel despropósito.
—En una hora estoy ahí.
Cristian la saludó con su cautivadora sonrisa. Iba descalzo, y como única prenda vestía un vaquero rasgado en las rodillas, mostrando su fibroso torso. Claudia lo observo un momento y su cuerpo le mandó una señal inequívoca de que estaba preparada de nuevo.
El ambiente de la estancia estaba cargado y podía percibir todavía la mezcla de olores de la contienda de la noche anterior.
—Tenemos que poner fin a esto, —le dijo mientras se sentaba en el sofá.
—Si es lo que quieres… ¿pero crees que podrás?
—Al menos lo intentaré.
—Tú me gustas demasiado, Claudia. Eres la mujer que todo hombre desearía para él y por eso envidio a tu marido, pero sabes de sobra que si no soy yo, será otro con quien busques saciar tu ...